Crean un pez raya robótico impulsado por el corazón de una rata
Fuente: omicrono.com
Hay robots de todos los tipos y utilizados en cientos de situaciones distintas. Lo mismo te fabrican un coche, te desactivan una bomba o te sirven una copa en uno de los cruceros más lujosos del mundo.
La investigación robótica no va a hacer más que crecer en los próximos años y más si tenemos en cuenta el desarrollo de formas de Inteligencia Artificial. Ahora, desde Harvard han querido imitar los movimientos de un pez raya, sin utilizar pez raya, utilizando materiales vivos y artificiales.
Una raya robot que funciona con corazón de rata
Este “robot” no tiene ningún nombre, pero ha sido creado por el Instituto Wyss de Ingeniería Inspirada en la Biología de Harvard, que tiene al mando al investigador Sung-Jin Park. Los peces que todos conocemos como mantes y rayas son peces batoideos, que por lo general tienen cuerpos planos y largas aletas.
Producen movimientos ondulatorios que se transmiten por todo su cuerpo y les permiten desplazarse con agilidad consumiendo muy poca energía. Los investigadores de Harvard han querido aprovechar y copiar esa “fórmula” así que han creado un robot de muy pequeñas dimensiones con un esqueleto de oro y la forma de una raya cubriéndolo de una capa de un polímero elástico muy fino.
Con sólo 16 milímetros de largo y 10 gramos de eso, es todo un robot raya en miniatura, pero ¿cómo han conseguido que se mueva? Para dar “vida” a este robot han utilizado nada menos que 200.000 cardiomiocitos de rata, es decir, células de miocardio (músculo cardíaco de una rata).
¿Es una máquina o un ser vivo?
Han modificado esas células para ser fotosensibles, así que cuando el robot recibe la luz de una fuente intensa, las células se contraen e imitan el movimiento ondulatorio de la raya.
Hay muchas preguntas rodeando a este robot. La primera es clara, ¿para qué puede servir algo así? Lo cierto es que ahora mismo, para prácticamente nada más que para observarlo y ver lo que han conseguido, pero la investigación va más allá, va sobre la aplicación de ingeniería genética en el mundo de la robótica y de sus posibles usos en otros campos.
En este caso, el robot raya está literalmente vivo, porque las células de rata son material biológico y como tal deben alimentarse para seguir con vida. Para ello el robot “nada” por un líquido con nutrientes que las alimentan y tras 6 semanas el todavía tenía un 80% de sus células cardíacas en perfecto estado.
Por otro lado está el debate de si esto es una máquina, o una forma de vida. Los investigadores creen que están ante una forma de vida biológica. Una máquina, pero con vida. No llega a ser un organismo por no poder reproducirse, pero no hay duda de que está vivo.