#Coronavirus | ¿Qué es una mutación y qué implica? - 800Noticias
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Agencias

Los virus y su influencia están, por desgracia, más presentes en nuestra sociedad que nunca. Carga vírica, porcentajes, infectados y reinfecciones son términos en los que muchos no habíamos pensado nunca hasta esta pandemia.

Aun así, existen mecanismos aún más complejos que subyacen ante los sucesos actuales: la evolución vírica es un proceso apasionante y en este artículo queremos mostrártelo.

¿En qué consiste la evolución de los virus?

Los virus presentan ciclos generacionales muy cortos. Entran en la célula, se adueñan de su mecanismo de replicación de información genética, se replican a sí mismos y las copias abandonan la célula para seguir infectando.

Debido a esta rapidez y plasticidad genética, muchos virus, sobre todo los de tipo ARN, presentan tasas de mutación excepcionalmente altas. Esta tasa de mutación, combinada con el proceso de selección natural, permite a los virus adaptarse de forma rápida y eficaz ante los mecanismos de defensa de los hospedadores.

Esto es esencial para entender la pandemia que estamos viviendo. ¿Qué es el coronavirus si no una adaptación de un virus ya presente en animales?

El cambio asegura el éxito

Comencemos con un sujeto ya conocido: la gripe. Los virus Influenza A e Influenza B son igual de prevalentes en humanos. Aun así, el primero presenta una tasa de evolución el triple de rápida que el segundo. ¿A qué se debe?

Un estudio publicado en la revista Journal of virology trata de darnos la respuesta. A parte de la reacción del propio sistema inmune, las mutaciones a nivel molecular pueden jugar un papel importante en la adaptación del virus.

Puede sonar obvio, pero no es tan sencillo asumir de manera directa que una mayor tasa de evolución se debe a un mayor número de mutaciones. Muchas mutaciones pueden ser deletéreas o inadecuadas para el virus. ¿Qué pasa si, debido a la mutación, mata más rápido al hospedador? El virus se quedaría sin propagación sostenida.

Se trata de un juego de cambios muy complejo en el que, por selección natural, pueden terminar fijándose los cambios más efectivos. Si un virus mutante mantiene vivo más tiempo al hospedador, siendo capaz de reproducirse más e infectar a más gente, este es el que llegará a la mayoría de personas.

Tenemos que tener clara una cosa: los virus no mutan para ser mejores. Los cambios se dan aleatoriamente y terminan por extenderse los más válidos. Siguiendo el ejemplo del coronavirus causante del COVID-19, ¿cuántas cepas mutantes habrán fallado hasta que llegó la cepa capaz de infectar a humanos?

Tipos de mutaciones de virus

El cambio antigénico: dos o más virus se entremezclan para dar lugar a uno nuevo. Esto despista enormemente al sistema inmune. Puede conocer y combatirlos por separados, pero su unión es algo a lo que no se ha enfrentado nunca y, por lo tanto, requiere desarrollar nuevos mecanismos. Un ejemplo es la famosa gripe A.

La deriva antigénica: es una mutación en las proteínas de la superficie del virus, que son las que el sistema inmune normalmente reconoce y ataca. Se da de forma espontánea y dificulta al sistema inmune la defensa mediante los anticuerpos de infecciones anteriores. Por eso, la vacuna de la gripe es anual.

Nuestro cuerpo necesita aprender a combatir las enfermedades y las vacunas son el medio más eficaz. Si un virus cambia, la vacuna tendrá que hacerlo con él para enseñar a nuestro cuerpo a combatirlo sin llegar a infectarse.

Mutación y coronavirus

¿Cómo aplicar todo este conocimiento a la realidad actual? Realmente, conocer la tasa de mutación del virus del COVID-19 en un periodo de tiempo tan breve es imposible. Se ha especulado la existencia de dos cepas diferentes, pero debido a los bajos grupos muestrales, sesgos estadísticos y diversas opiniones, esta idea parece haberse diluido en el tiempo.

Tal y como aseguran expertos en la materia en este extracto de la revista Journal of microbiology, las tasas de mutación durante una pandemia no deben preocuparnos.

Muchas mutaciones son incluso negativas para los virus. Para que se produzcan cambios sustanciales en severidad o transmisión, varios genes tienen que variar de forma conjunta. Es muy inusual que un virus mute tanto para variar la dinámica que estamos empezando a conocer en tan poco tiempo.

Nuevamente, el llamamiento es a la calma. Las variaciones en el mundo natural son extremadamente comunes. Actualmente, el objetivo es frenar la pandemia para evitar su expansión.

Con información de mejorconsalud.com

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