“Conociendo a Astrid” nos acerca a la vida de la creadora de Pippi Calzaslargas

Agencias

Alba August interpreta a Astrid Lindgren en “Conociendo a Astrid”

Corría la década de los 60 cuando una muchacha pelirroja de extrañas trenzas horizontales y con una fuerza sobrehumana conquistaba los hogares de todo el mundo. Era Pippi Calzaslargas, una suerte de heroína infantil que enamoró a pequeños y mayores con las historias de su día a día junto a sus amigos Anika y Tommy y sus mascotas, el caballo Pequeño Tío y el mono tití Señor Nilsson.

Para muchos este personaje infantil no fue más que eso, una invención televisiva para tener a los más pequeños de la casa entretenidos durante la hora del almuerzo o la merienda. No obstante, en realidad, detrás de Pippilotta Viktualia Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrum (su nombre completo) se esconde una historia de superación que pocos supieron apreciar y que hoy se plasma en la gran pantalla de la mano de Pernille Fisher Christensen.

A lo largo de los más de cien años de historia con los que cuenta el cine, han sido muchos los escritores que han servido como fuente de inspiración para un largometraje. La vida traumática de la gran mayoría, y sobre todo, cómo a pesar de ella consiguieron el éxito, ha servido como argumento para muchas cintas de Hollywood. Una de las últimas en llegar a las carteleras de todo el mundo fue “Rebelde entre el centeno”, en la que se explora la trayectoria del taciturno J.D. Salinger. Paradójicamente, no ocurre lo mismo en el caso de las mujeres, una situación que se puede aplicar en otros muchos campos. Sirva de ejemplo el caso de la argentina María Lampropulos, que el año pasado hizo historia en el mundo del póker al convertirse no solo en la primera mujer en ganar la PCA sino también en la primera persona de origen latinoamericano que lo conseguía. La repercusión mediática que tuvo fue bastante inferior a la que se generó con Ramón Colillas, el ganador de este año. No obstante, en los últimos años se han producido diversas películas, como “Mary Shelley”, que tratan de poner en valor la trayectoria de mujeres que han sido relegadas al olvido.

Este es precisamente el objetivo de “Conociendo a Astrid”, la nueva película de la cineasta Pernille Fisher Christensen que retrata la vida de Astrid Lindgren, la creadora de Pippi Calzaslargas, y es que aunque su icónico personaje es conocido en todo el mundo, muy pocos saben quién estaba tras esa muchacha pelirroja y desgarbada, y por qué estaba tan sola en el mundo.

La precoz vida de Astrid Lindgren marcó en buena medida la personalidad del personaje de Pippi. Nacida con en un pequeño pueblo de Suecia, con menos de 19 años ya había trabajado en el periódico local y se había quedado embarazada de su jefe. Ambos estaban enamorados pero él tenía una familia, por lo que Lindgren lo rechazó y decidió marcharse a Estocolmo y más tarde a Dinamarca, donde podía ser madre soltera. No obstante, cuando su hijo Lassen nació, Astrid se vio obligada a dejarlo con una familia de acogida mientras ella se buscaba un trabajo que le permitiese poder criar a su hijo en las condiciones que éste se merecía. Así fue como estuvo tres años formándose y trabajando como taquígrafa en una empresa desde 1928. Tras ellos, pudo recuperar a Lasse y en 1931 contrajo matrimonio con Sture Lindgren, padre de su segunda hija, Karim.

El mundo de las letras siempre estuvo muy arraigado en ella desde que había trabajado en el periódico local de Vimmerb, por lo que, además de su trabajo como taquígrafa, continuó creando historias que enviaba a diferentes diarios. La responsabilidad, la muerte y los pequeños solitarios siempre fueron sus principales temas.

Sería en 1941 cuando Pippi Calzaslargas surgió de la mente de Astrid de la manera más improvisada posible. Su hija Karim, enferma de neumonía, le pidió que le contase un cuento y Lindgren creó para ella un referente femenino de su misma edad que no se amilanaba por nada, que era capaz de vivir sola y a quien nadie le decía hasta dónde podía llegar. En 1944 había creado una historia completa acerca de aquella muchacha hija de un rey pirata y amante de los animales. Tras regalarle un manuscrito a su hija, lo envió a una editorial que lo rechazó, así que decidió enviarlo también a un concurso literario. La sorpresa fue mayúscula para Lindgren cuando supo que había ganado el segundo premio que le permitió publicar su primera obra, Cartas de Brita Mari. Esta publicación le dio popularidad y en 1945 la editorial Rabén & Sjögren se hizo cargo de la edición de Pippi Calzaslargas.

Aquella historia en la que Lindgren plasmó ese miedo a la soledad, a la responsabilidad de los adultos y a la necesidad de ser fuertes a pesar de las circunstancias (no olvidemos que por muy graciosa que fuera Pippi no dejaba de ser una muchacha que vivía sola), se convirtió en un éxito de ventas en todo el mundo. Pero no fue la única que Astrid  escribió a lo largo de su vida, sino que además de la historia de Pippi también creó varias sagas centradas en diferentes personajes infantiles que exploran la relación de éstos con los adultos, recurriendo de nuevo a temas como la muerte o los propios miedos.

Pernille Fisher Christensen explora la personalidad de esta mujer extraordinaria en un filme que ha tardado más de 7 años en ver la luz. Para Christensen, que vivió en la misma región de Suecia que Lindgren, era de vital importancia encontrar a una actriz joven que supiera encarnar a una mujer con la fortaleza y la tenacidad que demostró durante toda su vida la creadora de Pippi Calzaslargas. Asistió a la audición de más de 700 candidatas y cuando estaba a punto de perder la esperanza, apareció Alba August. Conocida en Suecia y Dinamarca por sus papeles en el cine y en el teatro, y a nivel mundial por haber interpretado Simone Andersen en la serie de Netflix “The Rain”, August se ha convertido en la protagonista de esta cinta que pretende rendir homenaje a la mujer que nos enseñó feminismo sin que nos diésemos cuenta.