Confirmaciones en el mes de junio, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

por: María García de Fleury

En el mes de junio se realizan muchas confirmaciones, es un momento muy importante en la vida de quienes reciben este sacramento. Así como el bautismo da nueva vida, la eucaristía nutre la vida y la reconciliación restaura la vida cuando esta rota, la confirmación la fortalece con los dones del espíritu santo, se trata de fortalecer lo que Dios ha dado y sigue dando a sus hijos e hijas.

La recepción del sacramento de la confirmación no marca el final de la educación religiosa formal, porque nunca superamos la necesidad de un conocimiento más profundo y una apreciación de nuestra fe. Con el sacramento de la confirmación Dios está fortaleciendo la vida divina que dio en el bautismo, nutriéndonos en la eucaristía, reconciliándonos con nosotros en la penitencia y para que la persona pueda defender y testimoniar mejor la fe a través de los dones y las obras del Espíritu Santo y hay y habrá siempre muchas situaciones en las que estamos llamados a defender y dar testimonio de nuestra fe y necesitamos toda la ayuda que podamos obtener.

Una parte de la teología del sacramento consiste en que uno asume más responsabilidades adultas por la fe y se convierte en un soldado valiente del evangelio de Jesucristo. Cualquier buen soldado debe estar dispuesto a sufrir las contusiones, las cicatrices de la batalla; el sacramento de la confirmación fortalece, haciéndonos dispuestos a aceptar esas responsabilidades y si es necesario sufrir y morir por la fe.

En el sacramento de la confirmación el Espíritu Santo completa la gracia del bautismo y ofrece la fuerza recién confirmada como un verdadero testigo de Cristo, así el recién confirmado está más estrictamente obligado a difundir y defender la palabra y la obra de Dios. El Espíritu Santo completa lo que comenzó en el bautismo, el sacramento de la confirmación ayuda a una persona a permanecer fiel a su compromiso bautismal de dar testimonio de Cristo y de servir a los demás.

Los dones del Espíritu Santo asociados con la confirmación son fuerza o virtudes que la vida cristiana requiere para ser fructífera y completa, por lo tanto, los dones del espíritu santo que se reciben en la confirmación, el don de la sabiduría, del entendimiento, del conocimiento, el consejo, la fortaleza, la piedad y el temor de Dios son ayudas divinas para la vida Cristiana, sin las cuales el cumplimiento de la vocación bautismal sería mucho más difícil si no imposible.

Tal vez reconozcamos estas cualidades como dones de fortaleza porque se han convertido en parte de nuestro vivir cristiano y parecen bastante naturales, un hecho que afirma cuán cerca trabaja el Espíritu Santo en nosotros. La confirmación es considerada un sacramento de iniciación, tomando en cuenta que la primera iniciación fue en el bautismo, cuando fuimos adoptados por Dios y acogidos en la familia de la iglesia.

El bautismo nos puso en camino a la vida eterna y puso las cosas en marcha, la confirmación intensifica ese comienzo, bendice a la persona con los dones del Espíritu Santo, por lo tanto podríamos llamarla la etapa dos de convertirnos en hijos de Dios y lo que podemos tener por seguro es que con Dios ¡siempre ganamos!