Concluyó la JMJ en Lisboa: ¡Nos vemos en Corea 2027!, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
La Jornada Mundial de la Juventud 2023 finalizó en Lisboa con millón y medio de personas unidas al Papa Francisco para la misa, haciendo de Lisboa una gran casa de oración y promoción cristiana, la Palabra de Dios resonó en todo momento en todos los rincones.
Este encuentro de jóvenes con Jesucristo llevó a que cada uno se enfrente consigo mismo y con el adoctrinamiento de sistema anti valores que impera en la búsqueda de una falsa felicidad, una felicidad que es fugaz, que daña la mente y el espíritu y que no logra llenar el vacío existencial.
Los jóvenes no son fácilmente impresionables, la frases refinadas, los discursos teatrales y las consignas diseñadas para defenderse de sus emociones no funcionan. Al igual que en los tiempos de Jesús, los jóvenes buscan testigos, personas inspiradoras llenas de contenidos y experiencias, con caminos recorridos a pie, con kilometraje y no un Dios erudito e intelectualizado, buscan a quien les muestre con su vida a Dios y no a quien les hable de él.
Los testimonios de vida de santos y santas patrones de la Jornada Mundial de la Juventud 2023 son testimonios de que ser santo es una realidad palpable, comenzando con la patrona por excelencia, la virgen María, la jovencita que se atrevió a dar su sí a la voluntad de Dios, no le tuvo miedo a los riesgos que iba a tener que enfrentar porque conocía la promesa de Dios, su vida de fe le dio fuerza y su confianza en Dios la sostuvo para asumir ser Madre de Dios hecho hombre; ella es ejemplo de vida, de voluntad de servicio, se levantó y fue de prisa.
Los otros patronos de La Jornada Mundial fueron San Juan Pablo II, San Juan Bosco, San Vicente, otros santos y beatos de Lisboa cómo fueron y como son San Juan De Brito, el beato Joao Fernández, la beata Joana de Portugal, San Antonio, el beato San Bartolomé de los mártires.
Otros jóvenes inspiradores como María Clara del Niño Jesús, Pedro Jorge Frassati, Carlo Acutis, todos ellos mostraron que la vida de santidad si es posible en todas las culturas y etnias sin diferencia de sexo ni edad.
La entrega generosa de cada uno de ellos al mundo y a Dios, ellos recuerdan que para ser santos debemos ir contracorriente, hay que saber llorar, aprender a no escapar de las circunstancias donde se presente el sufrimiento, aprender a salir de la corrupción espiritual y material, de todo lo que causa mal y ofende a Dios. Un santo defiende a los indefensos, al nacido en la miseria, a los migrantes.
Un santo busca justicia, ora, vive y ama a la comunidad es alegre, tiene sentido del humor, se sale de la mediocridad, vive la misericordia de Dios y la comparte con los demás; los jóvenes son los verdaderos campeones de los cambios y transformaciones que requiere la humanidad que está en sus manos, en sus capacidades, en su visión de un mundo mejor, por eso es tan importante conocer bien la historia de la fe cristiana.
Al final de la Jornada Mundial de la Juventud a todos les llegó el mensaje de que Dios llama a ser auténtico, no virtual, estos jóvenes saben que están llamados a salir a irradiar, la alegría y la verdad del Evangelio por toda la tierra a mostrarle al mundo que es posible ser feliz y llegar a la plenitud de la vida viviendo las enseñanzas de Jesucristo, por qué Jesucristo es la razón de nuestra alegría, ya nos ganó la vida eterna con su resurrección y estando con Dios ¡siempre ganamos!
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