¿Cómo es posible estar alegre con tantos problemas?
María García de Fleury
Al tercer domingo de Adviento se le llama «domingo gaudete», el domingo de la alegría, porque la primera palabra de la antífona de entrada de la misa dice: «Estén siempre alegres en el señor. Se los repito, estén alegres. El señor está cerca». Tomando de la carta del apóstol San Pablo a los filipenses en el capítulo 4.
Este tercer domingo marca la mitad del Adviento, la mitad de la preparación a la llegada del señor, a la celebración del nacimiento de Jesús. La palabra de Dios recuerda como las profecías están siendo cumplidas.
El Profeta Isaías dice: «Que se alegre el desierto y se cubra de flores, que florezca como un campo de lirio».
Dios quiere la felicidad para todas las personas, la buena nueva es siempre un mensaje de salvación, un mensaje de alegría, liberación.
Amigos hemos construido un mundo cada vez más rico de posibilidades, pero también cada vez más hundido en un torbellino de contradicciones, más riquezas pero más pobres, más medios para la salud pero más muertos por enfermedades, más alimentos pero más hambre. En este mundo absurdo ¿cómo es posible estar alegre con tantos problemas?
El señor te llama a cargar tu cruz con humildad y alegría. Alégrate. No por tus éxitos y posesiones sino porque Dios está contigo, cuando te acercas al corazón de Cristo te das cuenta que tus planes y proyectos son pequeños e insignificante y los de Dios son hermosos y grandes, por eso se necesitan cristianos que anuncian con su palabra y ejemplo que si es posible construir la nueva humanidad fundada en la victoria de Cristo, que a pesar de todas las contradicciones es posible construir el reino de Dios.
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