¿Cómo arreglar un diente roto?
Redacción 800 Noticias
Darte cuenta que tienes un diente roto puede ser una situación de angustia y preocupación. Cuando a tus piezas dentarias les falta un pedazo se afecta la estética, la funcionalidad y la salud general de la boca.
El diente roto puede verse de distintas maneras: desde pequeñas fisuras apenas perceptibles hasta roturas extensas. La severidad depende, en gran medida, de la extensión del daño, del estado de la pieza dentaria y de cómo se rompió.
Pero ¡no te desesperes! Por más grave que parezca, existen soluciones para resolver el problema.
¿Por qué tengo un diente roto?
Los elementos dentarios pueden fracturarse por varios motivos. Aunque haya una causa puntual previa, casi siempre se considera un hecho multifactorial.
Estas son algunas de las situaciones que pueden provocar una rotura dentaria:
Envejecimiento.
Padecer bruxismo.
Problemas oclusales.
Sufrir un golpe en la boca.
Hábitos orales disfuncionales.
Avance de las caries sin tratar.
Masticar un alimento muy duro.
Dientes debilitados por grandes arreglos.
¿Cuáles son los síntomas de un diente roto?
Se considera que un diente está roto cuando hay una pérdida de continuidad en sus tejidos duros. A veces, la pieza pierde un gran fragmento que se desprende, pero en otras ocasiones, la lesión es mínima y casi imperceptible.
Las fisuras dentarias pueden producirse en la corona, en la raíz o en ambas partes del diente. Según su extensión, afectan el esmalte, la dentina e incluso la pulpa.
Cuando las roturas son profundas pueden extenderse hasta la raíz o llegar al centro del diente y afectar la pulpa dental, que es el tejido blando que contiene nervios y vasos sanguíneos. A veces, las grietas no son visibles y se ocultan dentro de la pieza o debajo de la encía.
Las fisuras se dan en los molares inferiores con mayor frecuencia y se relacionan con problemas oclusales. En cambio, las fracturas por traumatismos dentales suelen presentarse en los incisivos superiores, debido a que están más expuestos.
Cualquier diente puede partirse
No siempre hay sintomatología por tener los dientes fisurados. Aun así, pueden aparecer las siguientes manifestaciones:
Movilidad dentaria.
Mal aliento y sabor amargo.
Oscurecimiento del elemento dentario.
Dolor intenso y punzante, espontáneo o al morder.
Sensibilidad al frío, al calor, a los dulces o al contacto.
Hinchazón o sangrado de la encía alrededor del diente partido.
Lastimaduras en la mejilla o la lengua por el roce de la pieza rota contra las mucosas.
Al notar cualquiera de estos síntomas, es importante buscar atención profesional lo antes posible. Ignorar las señales puede empeorar el cuadro y derivar en complicaciones.
¿Qué hacer cuando se rompe un diente?
Salvo que el daño sea una pequeña fisura sin síntomas, lo más recomendable es acudir al odontólogo lo antes posible para que valore la situación y realice el tratamiento adecuado. Mientras tanto, puedes concretar algunos cuidados y acciones que te ayudarán a controlar el dolor y proteger el diente roto hasta que llegues con el profesional.
Lo fundamental es mantener la calma para poder tomar decisiones acertadas. Aunque se trate de una situación alarmante, si te mantienes tranquilo, podrás pensar con claridad y actuar con rapidez. Considera estos consejos.
1. Limpia tu boca y contén la hemorragia
Si sientes que se te rompe un diente, lo primero que tienes que hacer es inspeccionar tu boca y evaluar el daño. En caso de ver sangre, coloca una gasa limpia sobre la herida y ejerce presión para detener la hemorragia.
Además, el sitio web de la Asociación Dental Americana (ADA) recomienda enjuagar la boca con agua tibia para evitar que se acumulen suciedad y bacterias en la pieza partida.
2. Busca el fragmento del diente partido
Trata de recuperar el trozo del diente roto que se ha salido. A veces, el odontólogo puede volver a incorporarlo a la pieza dañada. Cuando lo encuentres, límpialo con agua o suero fisiológico y colócalo en un pequeño frasco con agua, tapado, para conservarlo mejor.
Si se te ha salido un diente entero fuera de la boca, tómalo por la corona con una gasa y procura no tocar su raíz. Debes transportarlo en un vaso de leche fría, solución salina o agua y visitar al dentista en menos de 30 minutos.
3. Llama al dentista
Una de las acciones principales para encontrar una solución oportuna para tu diente roto es buscar la ayuda del dentista. Llámalo y cuéntale lo que te ha pasado. Según las características de tu problema, te guiará para resolver la situación y evitarte complicaciones.
Es probable que el odontólogo te sugiera visitarlo de inmediato. Al haberte comunicado con antelación, te estará esperando para atenderte apenas llegues.
Si el daño que sufriste en tu diente es leve y no tienes molestias, el profesional puede considerar que no hace falta actuar de prisa. En ese caso, te indicará algunos cuidados específicos y coordinará una consulta programada.
Al llegar al consultorio odontológico debes explicar lo que ha ocurrido, especificando cuándo y cómo se rompió el diente. El dentista analizará el daño y te recomendará el tratamiento más conveniente.
4. Calma el dolor y reduce la inflamación
Hasta que logres ir al dentista, puedes disminuir la inflamación aplicando compresas frías en la zona lastimada durante unos minutos. Además, si el profesional lo sugiere, tomar algún analgésico o antiinflamatorio de venta libre ayudará a calmar el dolor.
Es importante que no te automediques y que sea un profesional de la salud quien te prescriba el fármaco.
Si tu diente roto tiene un borde filoso, irregular o astillado, evita tocarlo con la lengua para no lastimarla. En caso de disponer de cera dental, puedes aplicar un trozo sobre la rotura, pero con el cuidado de no romper más el elemento.
No mastiques del lado de la pieza dañada. También es importante que no descuides tu higiene oral para prevenir la acumulación de bacterias y residuos en el diente roto.
¿Cómo reparar los dientes rotos?
El tratamiento de los elementos dentarios quebrados depende de varios factores: el sitio, la dirección, el tamaño y el grado de la fisura, los tejidos comprometidos y las complicaciones asociadas. El odontólogo diagnostica el alcance de la lesión examinando la pieza, con o sin lupa, realizando radiografías, una prueba de mordida o usando tinciones.
Siempre será un odontólogo el que realice el tratamiento. Evita utilizar pegamentos o hacer técnicas de bricolaje en tu boca, ya que podrías causarte daños graves.
No recibir atención especializada a tiempo y dejar el elemento roto puede tener consecuencias severas en la salud oral y general. Las infecciones y abscesos dentales son las complicaciones asociadas más habituales.
En general, cuanto más extensa y profunda es la fractura, más complejo es el tratamiento. Los siguientes son algunos de los abordajes posibles.
Controles periódicos
No todas las fisuras necesitan ser tratadas. Las roturas superficiales y las grietas pequeñas que no provocan dolor ni afectan la apariencia, no requieren ningún abordaje.
Las líneas de fisura del esmalte, por ejemplo, son situaciones bastantes comunes, sobre todo en pacientes mayores y en quienes padecen bruxismo. Pueden controlarse sin intervenir. El dentista pautará revisiones regulares para chequear que todo marche bien.
Pulido
Otra alternativa para las lesiones leves es alisar las irregularidades del borde roto y pulir la superficie dental. Con esta intervención simple se mejora la apariencia y se evitan lastimaduras en la mucosa. En algunos casos, el pulido se complementa con adhesivos dentales que rellenan las pequeñas fisuras.
El pulido es una técnica poco invasiva que regulariza la superficie afectada.
Selladores dentales
Los selladores dentales son un procedimiento popular en los niños, ya que se utilizan para prevenir las caries infantiles. Consiste en rellenar las fisuras y los surcos de las muelas con una resina fluida que se endurece al aplicarle una luz especial. La misma técnica es de utilidad para rellenar grietas pequeñas y evitar daños mayores.
La colocación de los selladores necesita de la aplicación de la luz que endurece el material. En la imagen se aprecia el aspecto antes y después de dicho paso.
Empastes
Los empastes son de las opciones más usadas para reparar dientes rotos que tienen la pulpa sana. El odontólogo desgasta los bordes del elemento dañado, coloca líquidos acondicionadores y luego reconstruye la parte que falta con una resina del mismo color de la pieza dentaria.
Con los empastes se restituye la anatomía, la funcionalidad y la estética del diente.
Una variante de los empastes es usar el fragmento original del diente para la reconstrucción. Para que sea posible, la pieza quebrada debe estar saludable y el trozo roto en buenas condiciones. Luego de pulir los bordes del elemento, el dentista usa un sistema de adhesión y resinas.
Esta técnica ahorra tiempo y costos, a la vez que preserva la anatomía natural, el contorno, la textura, el color y las propiedades físicas de la dentición natural. Por eso es una opción a considerar siempre que sea posible.
Con los empastes se puede moldear la forma faltante del diente para dar la apariencia de que está completo de modo natural.
Endodoncia y reconstrucción
Cuando el daño del diente roto compromete la pulpa, es necesario realizar un tratamiento de conducto o endodoncia. El procedimiento consiste en vaciar y limpiar el espacio ocupado por el nervio dental y luego rellenar y sellar la cavidad con un material especial.
En cuanto la endodoncia está lista, se reconstruye el diente para que recupere su anatomía, sus funciones y su estética. Según la cantidad de tejido dentario perdido, se podrá recurrir a un empaste, una incrustación —que es una reconstrucción en bloque que se cementa a la pieza dentaria— o una corona o funda que recubra la totalidad del elemento.
En las endodoncias se coloca instrumental dentro del diente para eliminar el tejido blando de la pulpa.}
Extracción y prótesis
Si la rotura del diente es muy grande puede estar indicada su extracción. La exodoncia es el último tratamiento al que se recurre y se reserva para cuando las alternativas más conservadoras no son viables.
Después de la extracción es necesario restituir la pieza perdida con una prótesis. Lo ideal es colocar un implante dental para mantener la funcionalidad de la mordida. También existen otras opciones, como los puentes dentales o las dentaduras postizas removibles.
El implante consiste en posicionar un tornillo en el espesor del hueso maxilar, para luego dejar visible una corona artificial.
La importancia de prevenir los dientes rotos
No puedes tratar tus dientes rotos en casa. Lo que sí puedes hacer es cuidar tu dentadura para prevenir las situaciones que favorecen que se quiebren.
Una higiene dental apropiada, una dieta saludable y visitas regulares al dentista son fundamentales para mantener la boca sana. También es importante que evites masticar alimentos muy duros, que uses férulas de descarga si rechinas los dientes y que te coloques protectores bucales al practicar deportes de contacto.
Si a pesar de los cuidados, tu diente se quiebra de todos modos, no te demores en llamar al dentista. Actuar a tiempo te evitará complicaciones y la necesidad de abordajes más complejos y costosos.
Con información de Mejor con Salud
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