¡Comienza el Adviento con corona! por María García de Fleury
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Este domingo la Iglesia comienza la celebración del adviento, la preparación al nacimiento del hijo de Dios en el que Jesús toma forma humana. Más que un pesebre con una mamá, a quién conocemos como la virgen María, y un papá en la Tierra, a quién conocemos como San José, es la única razón por la cual se dan las fiestas de diciembre.
Si no hubiera nacido Jesús nadie alrededor del mundo celebraría estas fiestas decembrinas. Entre los adornos previos a la Navidad tenemos uno muy significativo qué es la corona de adviento. Está corona tiene forma circular. El círculo simboliza que no hay principio ni fin. Es señal del amor de Dios, qué es eterno sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo, que nunca debe terminar.
Se hace con follaje verde porque verde es el color de la esperanza de la vida. Dios quiere que esperemos su gracia del perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. Es que lo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro padre. Sobre esa corona verde se insertan cuatro velas que expresan la verdad suprema Jesús. Es la luz que ha venido y que está con nosotros y que vendrá con gloria.
Tradicionalmente las velas son de color violeta y una es blanca. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad qué es Jesucristo. El primer domingo de adviento se enciende la primera vela y cada domingo de adviento se van encendiendo las otras hasta llegar al domingo antes de la Navidad con las cuatro velas prendidas. La vela blanca corresponde al cuarto domingo y representa el gozo. Mientras se encienden las velas se va leyendo algún pasaje de la Biblia y se entonan canciones de Navidad. Esto lo hacemos en las misas de adviento y también es recomendable hacerlo en casa por ejemplo antes o después de la cena.
Sobre los colores se pueden colocar todas blancas. Lo importante es el significado de la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús, quién es la luz del mundo qué es Dios y que viene a la Tierra a salvarnos. Las cuatro velas recuerdan que a medida que vamos entrando en nuestra vida vamos alejándonos de la oscuridad provocada por el pecado. Jesús dijo que él era la luz del mundo que venía para guiarnos en nuestro peregrinar hacia la casa del padre amigo.
Las cuatro velas que se van prendiendo domingo a domingo mientras se hace oración en familia van enseñándonos que estamos acercándonos cada vez más hacia el nacimiento del Salvador del mundo. Es una forma de decir que mientras estemos más cerca de nacimiento de Jesús, más claridad tendremos en nuestras vidas. Es una forma de alejarnos de la oscuridad, del mal, de lo negativo en la vida. Podemos adornar la corona también con una cinta roja alrededor, representando nuestro amor a Dios y el amor de Dios que envuelve a cada persona para darle felicidad y paz, porque con Dios siempre ganamos!