Cientos de personas protestan en Roma contra certificado sanitario
EFE
Cientos de personas protestaron hoy en Roma contra la obligación en Italia de presentar el certificado sanitario del coronavirus para ciertos servicios, como por ejemplo consumir dentro de bares y restaurantes o ir al cine.
Los detractores de esta medida se han organizado y llevan varios días manifestándose en distintos puntos de Italia, y este martes tocó el centro de la capital.
La Jefatura de Policía decidió cambiar de lugar la protesta para evitar aglomeraciones y optó por la Plaza del Popolo, más amplia que la elegida en un primer momento, la de Montecitorio, ante el Parlamento.
Así, cientos de personas se dieron cita en la plaza para arremeter contra la decisión del Gobierno del primer ministro italiano, Mario Draghi, aunque fueron muchas menos de las miles que los organizadores habían estimado.
La manifestación fue convocada por el movimiento «Io Apro», de hosteleros contrarios a las restricciones, pero también contó con la presencia de seguidores de la organización neofascista CasaPound.
El certificado sanitario, válido desde la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, será necesario desde el próximo 6 de agosto para entrar en bares, restaurantes, cines, teatros, gimnasios o grandes eventos, y finalmente no se pedirá en el trabajo o en los transportes públicos.
El documento estipula si se está vacunado, si se ha pasado la enfermedad o si se tiene una prueba negativa.
Desde la política, las protestas contra esta medida han sido alentadas por Giorgia Meloni, la líder de la ultraderechista Hermanos de Italia, el único partido que hace oposición al Gobierno de unidad nacional que lidera Draghi desde el pasado febrero.
Meloni considera la obligación del «pasaporte sanitario» un ataque a las libertades y al Estado de Derecho y la «antesala de una sociedad orwelliana» en la que los individuos están controlados.
Pero dentro del Ejecutivo también ha habido tiranteces acerca del tema de la vacunación. El socio de la coalición, el ultraderechista Matteo Salvini, ha defendido que los jóvenes no debían recibir la vacuna, una postura afeada públicamente por Draghi, que dijo que «instar a no vacunarse es un llamamiento a morir».
En los últimos días, sobre todo el sábado se han sucedido otras manifestaciones de críticos con el certificado y de «antivacunas» en las que han llegado a equiparare con los judíos en el Holocausto, aunque la vacunación en Italia no es obligatoria.
Las protestas continuarán en los próximos días y mañana se prevén en una decena de ciudades de todo el país.
Italia vive un repunte de los contagios en las últimas semanas, debido en parte al avance de la variante Delta, pero las muertes siguen siendo muy inferiores a las del pasado.
Por el momento, más de 30,5 millones de personas ya han recibido la pauta completa de la vacuna, lo que equivale al 56,58 % de la población mayor de 12 años de edad.