Celebra al Sagrado Corazón de Jesús, por María García de Fleury
Por María García de Fleury
Celebrar al Sagrado Corazón de Jesús es algo mucho más que una devoción piadosa, el Papa Pío XII decía que el Corazón de Jesús es el punto de unión entre la divinidad y la humanidad de Jesús.
El corazón es mucho más que un símbolo, es el centro de nuestra vida. Jesús, la segunda persona de la Santísima Trinidad, tomó forma humana con un corazón humano; la devoción al corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la iglesia, cuando se meditaba en el costado del corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese corazón nació la iglesia y por ese corazón se abrieron las puestas del cielo.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús está por encima de otras devociones, porque veneramos al mismo corazón de Dios, pero fue Jesús mismo quien en el siglo XVII, en Paray-le-Monial, Francia, solicitó a través de una humilde religiosa que se estableciera definitiva y específicamente la devoción a su sagradísimo corazón.
El 16 de junio de 1675 se le apareció nuestro señor y le mostró su corazón a Santa Margarita María de Alacoque, su corazón estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas con una herida abierta de la cual brotaba sangre y del interior de su corazón, Santa Margarita escuchó a nuestro Señor decir: «he aquí el corazón que tanto ha amado a los hombres y en cambio de la mayor parte de los hombres no recibe más que ingratitud, irreverencia y desprecio en este sacramento de amor». Con estas palabras nuestro señor mismo dice en qué consiste la devoción a su sagrado corazón, la devoción en si está dirigida a la persona de nuestro Señor Jesucristo y a su amor no correspondido representado por su corazón.
Dos son los actos esenciales de esta devoción; amor y reparación. Amor por lo mucho que él nos ama, reparación y desagravio por las muchas injurias que recibe sobretodo en la Sagrada Eucaristía. Jesús conoce nuestro corazón, sabe lo rotos que podemos estar, sabe lo débiles que somos y permite que entremos a su Sagrado Corazón para darnos lo que necesitamos. Al mismo tiempo invita a que unamos su sagrado corazón con el corazón inmaculado de la Virgen María, su madre.
El Sagrado Corazón de Jesús simboliza la infinita misericordia de Cristo, algunas veces nuestros corazones son temerosos, apretados, fríos, irritables, sin amor, preocupados. Necesitamos ir al corazón del Señor Jesús que fue traspasado en la cruz para mostrar la profundidad del amor de Dios por nosotros.
Jesús dijo «Vengan a mi los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré, toma mi yugo y aprendan de mi porque soy manso y humilde de corazón, y encontrarás descanso para tu alma, porque mi yugo es leve y mi carga ligera».
Por eso amigos, repitamos con frecuencia, «Sagrado Corazón de Jesús en ti confío, Jesús manso y humilde de corazón hazme mi corazón igual al tuyo», repitámonos muchas veces al día «Señor, me pongo bravo con facilidad, haz mi corazón como el tuyo, me desespero, haz mi corazón como el tuyo, estoy triste haz m corazón como el tuyo». Pídele a Dios que podamos compartir con él en el amor a su sagrado corazón a lo largo de toda nuestra vida, porque el Sagrado Corazón de Jesús es el mismo corazón de Dios y con Dios ¡siempre ganamos!
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