Cavaliers admiten que jugaron al «limite» y Warriors aceptan el reto
EFE
Los Cavaliers de Cleveland y el alero estrella LeBron James, de líder, vivieron otra noche especial con el triunfo por 137-116 que lograron ante los Warriors de Golden State en el cuarto partido de las Finales de la NBA y seguir en la competición.
La necesidad de ganar o decir adiós fue lo que hizo que los Cavaliers, que defienden el título de campeones de liga, jugasen en su campo del Quicken Loans Arena al límite de lo permitido en cuanto a dureza física se refiere y al final le salió bien, pero no lograron el objetivo de volver a forzar la expulsión del ala-pívot Draymond Green, como sucedió el año pasado.
Aunque el jugador de los Warriors, que tiene ya cuatro técnicas en los playoffs, estuvo a punto de irse a los vestuarios, de no ser por que la primera que le señalaron en el partido no le correspondía a él sino a su entrenador Steve Kerr.
Eso impidió que no fuese expulsado en el tercer periodo cuando recibió la segunda, que solo vieron los árbitros, y se librase de una suspensión automática de un partido, como le sucedió el año pasado cuando golpe en la ingle a James, previa provocación de la estrella de los Cavaliers.
El entrenador de los Cavaliers, Tyronn Lue admitió que su equipo jugó el partido más intenso en lo que va de las Finales y eso tal vez hizo que las emociones estuviesen más presentes y generasen los altercados del tercer cuarto y hasta 51 faltas señaladas por los árbitros, incluidas siete técnicas.
«Estás abajo 0-3 y tienes que luchar para tratar de conseguir la victoria, lo que significa que haces cualquier cosa», explicó Lue después que tres de sus jugadores, incluido James. «Pienso que nuestro equipo estuvo lleno de energía».
Lue destacó que el triunfo se logró por el trabajo y esfuerzo de equipo, además de ponerle una «dosis» mayor de contacto físico que fue decisivo.
«Eso es cierto, pero también corregimos algunos de los errores cometidos en los tres partidos anteriores y al final pudimos jugar mejor», subrayó Lue. «Ahora tendremos que pensar en el quinto partido que para nosotros será otra final».
Los Cavaliers están igual que el año pasado con un parcial perdedor de la eliminatoria de 1-3 al mejor de siete, y tienen la esperanza de repetir la misma historia, aunque reconocen que lograr 24 triples como hicieron en el cuarto partido no será posible.
Los Cavaliers batieron las marcas de anotación en un partido de Finales con los 49 puntos del primer cuarto y los 86 que tuvieron al irse al descanso.
Por su parte, James, que superó a Michael Jordan en el tercer puesto de la lista de todos los tiempos de encestadores en las Finales y a Magic Johnson (8) con su noveno triple-doble (31 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes) en los playoffs, reconoció que el equipo esta vez sí jugó con el carácter de campeón.
«Tenemos ese ADN en nuestro carácter y estilo de juego y esta noche lo mostramos en plenitud», declaró James. «Sabíamos que podíamos rendir mucho más en el campo y eso fue lo que sucedió».
Mientras que el base Kyrie Irving, como sucedió el año pasado en la remontada que tuvieron los Cavaliers, comenzó a tener la mejor inspiración encestadora al aportar 40 puntos, incluidos siete triples, y anuló a la estrella de los Warriors, Stephen Curry que se quedó con sólo 14 tantos.
«Teníamos que darlo todo en el campo porque no había mañana y como nos sucedió el año pasado estamos en la misma situación por lo que ahora hay que seguir en el quinto partido con la misma intensidad y espíritu de lucha».
La cruz de la moneda fueron los Warriors que perdieron el invicto en los playoffs después de haber ganado 15 partidos consecutivos y ahora tienen por delante el reto de conseguir la victoria que les separa del segundo título de liga, algo que esperan hacer en su campo el próximo lunes cuando jueguen el quinto partido.
«Aceptamos el reto, y del cuarto partido ya pasamos página», declaró Kerr, que no quiso caer en la trampa de criticar a los árbitros y de forma irónica dijo que «un buen intento», y reiteró que el haber perdido el cuarto partido en Cleveland no era nada anormal.
De la misma manera lo vio el alero Kevin Durant, que recibió una falta técnica tras enfrentarse dialécticamente con James, durante el tercer periodo.
«Las emociones forman parte del juego y hay que aceptarlas como algo que hacen más interesante al deporte del baloncesto», comentó Durant, que acabó de nuevo como máximo encestador de los Warriors con 35 puntos. «Estaremos listos para el quinto partido y eso es lo único que nos debe preocupar».
Especialmente a Curry y el escolta Klay Thompson, que anotó 13 puntos, y no hicieron buena defensa, algo que reconocieron al concluir el partido.
«No hay excusas para haber jugado mal», señaló Curry. «No encontré mi mejor ritmo de juego ni acerté con los tiros a canasta, lo que significa que al final no pude ayudar al equipo a conseguir la victoria que necesitamos para acabar la serie».
Por su parte, Green, que volvió a quejarse del trato que recibe por parte de los árbitros en cuanto a las faltas técnicas, después de reiterar que para nada le van a hacer cambiar su estilo de juego, recordó que habían perdido un partido fuera de su campo.