Cataluña aconseja no ingresar a mayores de 80 años en cuidados intensivos
EFE
Las autoridades sanitarias de la región autónoma española de Cataluña aconsejan no ingresar en las unidades de cuidados intensivos (UCI), muy saturadas, a los mayores de 80 años con coronavirus y «evitar ingresos en pacientes con escaso beneficio».
La recomendación figura en un documento interno del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña, que se envió el 25 de marzo -aunque su contenido se conoció hoy- a los trabajadores sanitarios de este servicio, que depende de las autoridades catalanas de sanidad.
En estos momentos, las ucis son el punto crítico del sistema sanitario de España, uno de los países para afectados por la pandemia con algo más de 102.000 contagios diagnosticados y 5.872 ingresados en cuidados intensivos en todo el país, según los últimos datos de hoy..
Estas unidades de cuidados intensivos están al límite de capacidad en varias regiones y corren riesgo de colapso, sobre todo en Cataluña y Madrid, con 1.769 y 1.514 pacientes, respectivamente.
El director médico del SEM, el doctor Xavier Giménez, precisó a Efe este miércoles que esas recomendaciones, que no instrucciones, se han tomado con bases científicas y criterios éticos.
El documento cuenta con el respaldo del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, aunque no del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona.
Peguntado por esta cuestión en rueda de prensa, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo que, por lo que a él le consta, las decisiones terapéuticas se hacen según los protocolos clínicos establecidos «y no tienen en consideración el criterio de edad, sino el cuadro clínico del paciente».
El documento del SEM indica que los mayores de 80 años recibirán «sólo oxigenoterapia con mascarilla de alta concentración» y que, si no mejoran en 15 minutos, se puede «considerar tratamiento de confort (morfina) para paliar la sensación de dispnea».
Varias organizaciones de personas mayores, jubilados y con discapacidad apelaron el martes a los derechos humanos para exigir a administraciones y profesionales sanitarios que no sean discriminadas en el acceso a la atención médica ni a tratamientos de cuidados intensivos.
Muchos hospitales españoles, ya saturados, tuvieron que ser ampliados a toda prisa; el personal sanitario está desbordado y urge material de protección personal y respiradores para los pacientes más graves.
Según datos del Ministerio de Sanidad, el 85 % de los fallecidos en España tenían más de 70 años y 6 de cada 10 superaban los 80 años. Bastantes murieron desatendidos o sin la atención suficiente en las residencias de ancianos donde vivían.