Cardenales y Águilas emprenderán vuelo por la corona
LVBP
Ni Leones del Caracas, ni Navegantes del Magallanes o Tigres de Aragua. Ninguno de ellos estará en la instancia decisiva. Eso es algo raro. El tiempo se encargó de hacerlo así. Desde la temporada 1983-1984 no se disputaba una final sin la presencia de uno de los tres equipos mencionados. Ahora los protagonistas serán Cardenales de Lara y Águilas de Zulia, casualmente, los mismos que definieron al campeón de hace 33 años.
Se podría decir que el beisbol fue justo esta vez. Los beligerantes finales dominaron la ronda regular, pues los rapaces anidaron en el primer lugar desde el 6 de octubre hasta el 2 de diciembre, cuando le cedieron el sitial a los crepusculares.
La primera batalla de occidente será este viernes, en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Seguramente, a más tardar el sábado de la próxima semana, ya se conocerá si los aguiluchos reeditarán la final de la 83-84 (triunfaron en cinco juegos) o si los pájaros rojos conseguirán la venganza en forma tardía.
Lo que sí es seguro, no importa quien resulte el monarca, es que el equipo venezolano en la Serie del Caribe en Culiacán terminará con más de cinco lustros sin probar las miel más dulce de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
CARDENALES DE LARA
La pegajosa etiqueta de favoritos no le pesó a los crepusculares. Con algo de dificultad, vencieron en siete juegos a los Bravos de Margarita en la primera fase de los playoffs. El primer encuentro contra Tiburones de La Guaira, en la serie semifinal, vaticinaba otro enfrentamiento largo. Pero la historia cambió radicalmente. Los alados escarlatas consiguieron su mejor beisbol en los cuatro siguientes compromisos para ganar el boleto a la final.
No hay nada nuevo en la esencia del triunfo larense, que desde que inició la campaña ha enarbolado el pitcheo como estandarte. En la postemporada sus abridores dejaron una efectividad colectiva de 3.47.
Si bien desmejoraron un poco en la serie contra los escualos, la llegada de Omar Bencomo Jr., proveniente de los insulares, le dio otro brazo de largo aliento al manager Luis Dorante. El resultado: en los cinco juegos de la semifinal los iniciadores llegaron al quinto inning.
Fue una ayuda para los relevistas que exhibieron un promedio de carreras limpias de 3.48. Los mejores en el bullpen fueron Hassan Pena, Jhondaniel Medina, José Cisneros y Osmer Morales. Los cuatro, inmaculados ante las embestidas de los salados, tendrán el apoyo de Franklin Morales, Tiago Da Silva, Jesús Sánchez, Jesús Parra, César Jiménez y de la sustitución Pedro Rodríguez, cerrador de Caribes de Anzoátegui.
“Pedro es un relevista probado en la liga”, comentó después del Draft de Sustituciones Carlos Miguel Oropeza, gerente general larense. “Además, es un tipo que tiene la experiencia suficiente de lanzar en este tipo de fases. Estamos muy contentos con él”.
Rodríguez ha trabajado 70.2 capítulos en enero y ostenta una efectividad de 3.57. Ganó títulos con la tribu en la campaña 2010-2011 y en la 2014-2015.
¿Denis Phipps? ¿Por qué una ofensiva tan potente como la de Cardenales tomó al jardinero indígena, Productor del Año de la zafra? “Dejar pasar al pelotero con más impacto en la temporada era algo difícil, resultaba una tentación muy grande”, explicó Oropeza. “Phipps no solo es ofensiva, es un jardinero versátil que corre bastante bien”.
En 11 careos en la postemporada, Phipps conectó cuatro jonrones, impulsó 17 carreras, bateó para .419 y tuvo un promedio de embasado (OBP) de .500. Esos números podrían robustecer un ataque alado que bateó .351 en la semifinal, además de .338 con corredores en posición anotadora.
Sin embargo, su alineación se verá mermada por algunas ausencias momentáneas. Ildemaro Vargas está en Estados Unidos cumpliendo compromisos con los Diamantes de Arizona. Su regreso se estima para cuando la serie se mude a Maracaibo. Mientras que Luis Valbuena también viajará a Norteamérica para firmar con los Ángeles de Los Ángeles.
ÁGUILAS DEL ZULIA
El Ave Fénix luce ridículo delante de los rapaces. Ocuparon el último puesto de la temporada anterior. Fueron el único equipo que culminó con un registro negativo, pues solo ganó 24 de 63 juegos. Sufrieron la penosa pérdida de la Doña Lilia Silva de Machado, imagen de la organización y quien ahora le da el nombre al campeonato.
La joven gerencia realizó cinco cambios para hacerse con 13 peloteros. Luego de un vacío de poder, el marabino Lipso Nava fue elegido como manager y los efectos se vieron de inmediato.
Entre el 6 de octubre y el 6 de noviembre, los aguiluchos ganaron 17 careos y perdieron 8. No se puede ocultar que en diciembre sufrieron un bajo importante, pero ya no tenían al colombiano Giovanny Urshela, ni a los relevistas Gabriel Moya y Elvis Araujo.
Recobraron el favoritismo perdido en los días de Navidad al barrer a Tigres de Aragua en la primera fase de los playoffs. En la semifinal dividieron en Puerto La Cruz para luego ser amos y señores en Maracaibo y despachar a Caribes de Anzoátegui en cinco encuentros.
Si el pitcheo de Cardenales es intimidante, el de los zulianos podría causar pavor. Los abridores tuvieron efectividad colectiva de 3.13 en semifinales y los relevistas apenas 2.14. Edgar Alfonzo, Leonel Campos, Rómulo Sánchez, Francisco Buttó y Silvino Bracho no aceptaron anotaciones en 15.1 episodios. Eso es impresionante, sobre todo frente a una ofensiva como la de los indígenas.
En el Draft de Sustituciones el Zulia tomó al zurdo Wilfredo Ledezma para incluirlo en la rotación y a Mario Lissón, jonronero con experiencia en postemporadas, para reforzar su alicaída ofensiva. También recobraron a Wilfredo Boscán, quien parece estar sano luego de una inflamación en un hombro.