Cardenales muestra interés en mantener a Carlos Mendoza como manager
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Han transcurrido apenas 30 días desde del último juego del Cardenales de Lara en la temporada 2021-2022 y la gerencia del equipo comienza a trabajar pensando en la próxima campaña de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), que comenzará en ocho meses.
En una reciente reunión de Junta Directiva el alto mando de las oficinas crepusculares inició la profundización del análisis de lo ocurrido para sentar las bases de la 2022-2023 y uno de los principales temas de la agenda tiene que ver con la renovación del mánager Carlos Mendoza.
“Él tiene el interés en regresar y nosotros tenemos la disposición que se mantenga en el equipo y vuelva”, señaló Carlos Miguel Oropeza, gerente general del club. “Obviamente, todavía faltan detalles, que se tienen que dilucidar y conversar. Hay que esperar a ver qué pasa con toda la situación en Estados Unidos (conflicto laboral). Son detalles que se han venido hablando casi que a diario y que algunos se han podido adelantar, otros están en proceso de conversaciones”.
Mendoza, de 42 años de edad y originario de Barquisimeto, flamante coach de banca de los Yanquis de Nueva York, reiteró durante la eliminatoria que era un orgullo vestir de nuevo el uniforme del Cardenales, club con el que disputó sus últimas tres campañas como activo y del que había formado parte de su staff de instructores en la 2017-2018.
“Las puertas están abiertas, nosotros tenemos un interés real de que regrese, pero decir que es un hecho, no lo es”, puntualizó Oropeza. “Es algo sobre lo que se está trabajando y esperamos que se pueda resolver en las próximas horas o días. Lo importante es que ambos quedamos contentos, satisfechos con el trabajo que se hizo. Carlos sabe la importancia que tiene para su carrera (su presencia con Lara) y existe el compromiso de ambos de seguir con este proyecto y poder concretar las cosas. Ojalá que todo se pueda dar para que el proyecto continúe”.
Una vez se concrete la vuelta de Mendoza, buena parte de sus colaboradores en el terreno, le acompañarán en la venidera zafra de la LVBP.
“Obviamente, si Carlos se ratifica, el cuerpo técnico regresará en su mayoría. No esperamos que haya cambios mayores, tal vez algunos ajustes, pero todo eso se determinará una vez se decida lo del mánager”, enfatizó Oropeza.
TEMPORADA “AGRIDULCE”
Una de las primeras declaraciones del piloto Carlos Mendoza, tras asumir el mando de Cardenales fue dejar claro que no creía en “favoritismos”, pero ese adjetivo que calificaba al equipo como privilegiado, incluso antes de lanzarse la primera pelota del campeonato, tenía que ver con sus cinco finales seguidas y dos títulos en ese lapso. Así que no había motivos, entre los analistas, para pensar que el equipo no podía replicar su éxito en la 2021-2022, solo que el resultado fue otro. Un argumento más para reforzar la tesis de que el beisbol no es una “ciencia exacta”.
“La gente tenía unas expectativas sobre Cardenales. Sabíamos que eso forma parte de una presión adicional”, admitió Oropeza. “Luego de varios días de concluir la temporada, hemos ido sopesando la actuación del equipo… Una temporada agridulce, porque se tenían las piezas, la esperanza y el equipo estaba preparado para disputar una nueva final y cualquiera puede aventurarse a decir, que no haberlo logrado es un fracaso. No lo vemos así, creo que fue una temporada positiva. Quedamos a un juego de acceder a la final, en un Round Robin por el que no fue fácil transitar. Luego de lesiones de peloteros clave”.
Tal vez el ejecutivo se refiera al doloroso desafío que cedieron ante Leones del Caracas, tras quedar tendidos en el terreno 11-10 en 10 innings, luego de ir ganando en el sexto 6-1, con el mejor bullpen de la liga disponible. En definitiva, Lara cerró con balance de 9-7, como escolta de Caribes y Magalllanes, que compilaron récord de 10-6 para definir el campeonato en la instancia decisiva.
“A mediados y al final del Round Robin, Ildemaro (Vargas) y (Juan) Querecuto, al mismo tiempo, se lesionaron y terminaron jugando con muchas limitaciones físicas. Además, Carlos Rivero jugó prácticamente toda la semifinal con una mano fracturada, luego de un pelotazo y, a pesar de todo, se estuvo a un juego de avanzar a la final”, abundó Oropeza.
Lo importante es no quedarse atascado en el ayer, de acuerdo con el directivo.
“Lo ocurrida te deja con un sabor agridulce, pero hay que afrontar la realidad, que no se pudo materializar esa final, y tratar de aspirar a un nuevo campeonato”.
Con información de LVBP.
Foto: Prensa Cardenales de Lara