Caracas y el Camino de Santiago, por María García de Fleury
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Francisco Fajardo fue un mestizo que nació en la isla de Margarita y fundó una serie de poblaciones en el centro y el norte de Venezuela, entre ellas Caraballeda y el hato de San Francisco hacia 1559. Luego Diego de Losada llegó con toda una expedición que venía de El Tocuyo en el gran valle donde se encontraba el hato San francisco y fundó la capital de Venezuela a la que llamó ciudad de Santiago de León de Caracas, el 25 de julio de 1567.
Este nombre viene porque el acto protocolar de la fundación fue llevado a cabo el día en el que se celebraba y se sigue celebrando la fiesta del apóstol Santiago, patrono de España. El nombre de León por el apellido del gobernador de la provincia de Venezuela llamado Pedro Ponce de León y Caracas porque los indígenas del lugar consumían mucho una planta que hoy conocemos como amarantos y que ellos llamaban Caracas.
Santiago fue uno de los 12 apóstoles de Jesucristo, era hijo de Zebedeo y hermano de San Juan Evangelista. Santiago fue uno de los apóstoles con mejor relación con Jesús junto con Juan y Pedro, participó en momentos claves como la transfiguración en el monte Tabor y la oración en el Huerto de Los Olivos. Jesús lo llamaba el Hijo del Trueno.
Después de la crucifixión, muerte, resurrección y ascensión de Jesús al cielo, Santiago cruzó el mar mediterráneo y desembarcó para predicar el evangelio en Spania, que es lo que hoy conocemos como España y Portugal. Allí predicó pero sin mucho éxito, apenas tuvo poquitos seguidores, preocupado por lo que consideraba su fracaso y orando a Dios en el lugar que hoy conocemos como Zaragoza.
Un día se le apareció sobre una columna la madre de Dios que aún estaba viva y le dijo que no se preocupara, porque de ese lugar saldría la evangelización más grande del mundo, hecho que ocurrió años más tarde con el descubrimiento de América. Hoy la conocemos como la Virgen del Pilar.
Santiago regresó a Jerusalén y hacia el año XLIV Herodes Agripa II, que fue el último rey de la dinastía de Herodes, decidió reprimir a la comunidad cristiana. Arrestó a Pedro y mandó a decapitar a Santiago, siendo así el primer cristiano en morir por su fe.
Además, prohibieron que fuera enterrado en ese lugar, por eso sus discípulos en secreto sacaron el cuerpo hasta la orilla del mar, desde donde navegaron hasta lo que llamaban el fin del mundo «Finisterre», donde Santiago había predicado. Al desembarcar lo llevaron hasta Iria Flavia, que era la capital de la Galicia Romana, allí lo enterraron y los discípulos que los acompañaban se quedaron por esas tierras hasta su muerte. Luego el lugar donde fue enterrado se olvidó.
A principios del siglo IX un eremita llamado Pelayo observó unos resplandores que salían de un campo cercano al que vivía y que pasaría a llamarse Campus Estelay, Campo de Estrellas. Impresionado le contó al obispo sobre su acontecimiento y éste mandó apartar la maleza del lugar. Allí descubrieron una necrópolis, entre cuyas lápidas había una que tenía la inscripción «Apóstol Santiago».
Esto todo se lo informaron al rey de Asturias que era Alfonso II. Allí comenzó la historia de las peregrinaciones y el camino de Santiago. De ese hombre que entregó su vida por predicar a Cristo y que la sigue predicando porque son miles y miles de personas que recorren el Camino de Santiago para encontrarse con Dios, convencido de que ¡con Dios siempre ganamos!