Cañicultores solicitan se incremente a Bs. 1.500 el precio del kilo de azúcar
Dulce María Rodríguez
Los cañicultores señalan que la azúcar que se consigue en los anaqueles es refinada en países vecinos y vendidos al consumidor a un precio superior a los tres mil bolívares el kilo, mientras que “el precio regulado para la azúcar venezolana es 380 bolívares el kilo, el cual prácticamente coloca a la producción nacional en un punto de quiebre económico, pues con ese precio no se puede cancelar ni siquiera el costo de la cosecha del producto en campo”, alertan en un comunicado.
Por lo tanto le solicitan nuevamente al gobierno que antes del inicio de la zafra 2016-2017, autorice el alza del precio de la azúcar venezolana, el cual según los estudios de costos realizados en forma conjunta entre organizaciones de agricultores y técnicos de la CVA Azúcar no debe ser menos a 1.500 bolívares el kilogramo a nivel del consumidor.
Agricultores agremiados a Socaportuguesa, Socatol y Asoseagro del estado Portuguesa señalan que la escasez de azúcar tiene su principal causa en la caída drástica de la producción nacional de caña de azúcar, que en los actuales momentos se ubica en niveles similares a los de la década de los años 60 y 70.
Los factores que han determinado esta situación son el control de precios que limita la adecuada remuneración del cultivo, carencia de insumos, inseguridad en el camino y deterioro de la mayoría de centrales azucareros del país.
A esto se le agrega la baja disponibilidad de divisas para importar azúcar cruda de otros países, lo que genera el desabastecimiento del rubro que siente la población.
Los cañicultores aseguran que están en capacidad de producir la caña de azúcar que se necesita para autoabastecer el país. Solo piden se generen las condiciones mínimas de precios, seguridad y apoyo institucional en los diferentes eslabones de la cadena productiva del azúcar, para poder desarrollar el cultivo del rubro.
Destacan que el circuito azucarero nacional, conformado por agricultores, empresas de servicios, centrales azucareras y destilerías, empaquetadoras y distribuidoras, genera empleo directo a 50.000 familias y 150.000 indirectos.