Cambio de actitud, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
La historia de vida de María Magdalena es un excelente ejemplo de una persona que supo cambiar su actitud frente a la vida, ella sabía que estaba haciendo las cosas mal y en lugar de quedarse allí con una mente y un espíritu estáticos diciendo “ya no puedo hacer más nada respecto a mi vida” optó por tener una mente y espíritu en crecimiento.
La mente en crecimiento dice “soy malo en esto, pero sé que puedo mejorarlo, aquí es donde estoy, pero puedo llegar más lejos”. La actitud de que puedo esforzarme y salir adelante es la de una mente en crecimiento, este tipo de actitud en una persona permite que acepte más fácilmente la derrota, el fracaso, porque sabe que puede volver a levantarse a esforzarse y hacerlo mejor, la iglesia católica siempre ha trabajado con este tipo de mente, con este tipo de actitud.
El sacramento del crecimiento es el sacramento de la confesión, pues ayuda a ver que no soy tan bueno como debería ser y que Dios da la gracia para que puedas seguir adelante como le dijo a María Magdalena, “porque amó mucho, le son perdonados sus muchos pecados, tu fe te ha salvado, vete en paz”.
El nombre de Magdalena viene de Magdala, una población situada sobre la orilla occidental del mar de Galilea, cerca de Tiberiades, no era un pueblo cualquiera, era un distrito de pesca comercial, un centro económico donde se procesaba pescado salado de los peces de agua dulce que eran capturados en el mar de Galilea y tenían un sabor distintivo, allí iban los que se dedicaban al negocio de exportación de pescado salado y transportaban el producto por todo el mediterráneo como si fuera un gran manjar.
María Magdalena aparece mencionada en todos los evangelios de la biblia, es mencionada por nombre, sin alusión a estar casada, tampoco se dice si tenía familia o no, pero es una gran figura bíblica mencionada cuando fue liberada de los 7 demonios.
María Magdalena vivió en carne propia el milagro de sanación que ofrecía Jesús a las personas que tenían fe, este milagro la transformó de tal manera que la convirtió en la testigo que la acompaño hasta después de la muerte. María Magdalena en la biblia es el ejemplo de cómo una persona puede cambiar, del poder de conversión del corazón humano, estuvo presente en todos los momentos más importantes de la vida de Jesús, durante su ministerio lo vio hacer milagros, estuvo durante la crucifixión, en su entierro, en su resurrección.
María Magdalena fue el primer testigo de la resurrección de Jesús, el hijo de Dios quiso manifestar la gloria de su resurrección a aquella mujer manchada por el pecado pero que fue santificada por la penitencia, así se convirtió en la primera en atestiguar la resurrección de Jesús y la primera mensajera autorizada para decirle a los discípulos que Jesús estaba vivo, por eso la llaman la apóstol de los apóstoles, pero eso no la convierte en apóstol, en ningún lugar de la biblia se le llama así.
Amigos, igual que hizo María Magdalena, dale la oportunidad a Dios de hacer surgir algo nuevo en ti, dale la oportunidad a Dios de convertirte en esa persona que tu sueñas ser, porque ¡con Dios siempre ganamos!