Cada persona tiene su Ángel de la Guarda, por María García de Fleury
María García de Fleury
La Biblia habla mucho acerca de los ángeles que fueron en ayuda del pueblo de Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica menciona que protegieron a Lot y a Agar en el Antiguo Testamento, así como que un ángel impidió a Abraham sacrificar a su hijo Isaac.
La creencia de la Iglesia en los ángeles guardianes se basa en las enseñanzas de Jesús. San Mateo dice que nuestro Salvador dijo, miren, no desprecien acá ni uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles en el cielo miran siempre el rostro de mi Padre Celestial.
Lo que indica que cada uno de nosotros tiene un ángel particular protegiéndonos. San Jerónimo escribió, qué grande es el valor del alma de cada persona. Desde su nacimiento ha recibido un ángel para su protección. Los ángeles se mencionan con tanta frecuencia en la Biblia que debemos aceptar su existencia. Estamos llamados a reconocer la naturaleza espiritual de los ángeles creados por Dios.
Los argumentos a favor de la existencia de ángeles guardianes son convincentes. Un ángel guardián es un ser creado por Dios, diferente a los seres humanos, porque no tienen cuerpo. Los ángeles han sido asignados para proteger a una persona en particular, especialmente con respecto a ayudarla a evitarla.
El ángel también puede ayudar a la persona a evitar peligros físicos, especialmente si esto lo ayudará a alcanzar la salvación. En la Biblia se habla de ángeles ayudando a las personas en varias ocasiones, pero hay ciertos casos en los que vemos ángeles brindando una función protectora durante un periodo determinado de tiempo. En Tobit, a Rafael se le asigna una misión prolongada ayudarlo y a su familia en general. En Daniel se describe a Miguel como el gran príncipe que está a cargo de su pueblo, el de Daniel.
Por lo tanto, se le representa como un ángel guardián. Nosotros todos tenemos ángeles de la guarda. En los evangelios, Jesús indica que existen ángeles guardianes de las personas, incluidos los niños pequeños. Él dice, , no desprecien a ninguno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles en el cielo ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
Cuando Jesús dice que estos ángeles contemplan siempre la presencia del Padre, puede significar que están constantemente en su presencia en el cielo y son capaces de comunicarle las necesidades de los que están a su cargo. Desde el concepto de la vida, es decir, desde el comienzo de la vida, hasta la muerte, la vida humana está rodeada de vigilantes con cuidado e intercesión.
Al lado de cada creyente hay un ángel que actúa como protector y pastor, ya que en la tierra la vida cristiana comparte por la fe la bendita compañía de los ángeles y de los hombres unidos en Dios. Se considera teológicamente cierto que cada miembro de la fe tenga un ángel guardián especial.
Desde el momento de su bautismo, Dios ama a tanto a cada ser humano que le dio un ángel custodio a cada uno, es decir, ministros del cuidado divino de todo ser humano para estar siempre cerca de Dios, porque los ángeles saben que con Dios siempre ganamos.
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