Boca Juniors y River Plate empatan a cero en superclásico argentino
AFP
Boca Juniors soportó el aluvión ofensivo de River Plate y rescató un gris empate sin goles, en un superclásico argentino intenso pero sin luces el domingo, ante unas 60.000 personas, en el estadio Monumental, por la sexta fecha del torneo de primera división.
En el partido interzonal del torneo Transición, los ‘Millonarios’ atacaron en su cancha sin pausa, a puro vértigo, y estuvieron más cerca de quebrar el cero, sin público visitante por la prohibición antiviolencia.
A diez minutos del final, el arquero boquense Agustín Orión tapó junto a un poste un remate a quemarropa con destino a la red del uruguayo Rodrigo Mora, el delantero de mayor claridad y profundidad del encuentro.
Sin dar ni pedir cuartel
El espectáculo deportivo que hay que ver antes de morir, según el periódico inglés The Observer, fue otra vez un duro lance. Se disputó, como siempre, con el ‘cuchillo entre los dientes’, según la ilustrativa imagen que usa el argentino DT de Atlético de Madrid, Diego ‘Cholo’ Simeone. Al menos no hubo violencia extrema ni escándalo como en el amistoso de la última Copa de Verano, con cinco expulsados y una gresca descomunal de los jugadores dentro del campo.
Fue la escuadra de la banda roja la que tuvo momentos de emoción con el grito de gol ahogado en la garganta. Un centro del habilidoso Ignacio Fernández dejó a Gabriel Mercado sólo en el área chica pero falló su remate.
El defensa boquense Daniel ‘Cata’ Díaz estorbó a Leo Ponzio para impedirle el gol en otra profunda entrada. El goleador uruguayo Rodrigo Mora, quien desequilibraba con su endiablada gambeta, estrelló un tiro en el poste. Fueron momentos de zozobra para el arquero Agustín Orión.
El arquero riverplatense Marcelo Barovero sufrió menos. Pero en un contragolpe, los zagueros Jonatan Maidana y Emanuel Mammana jugaron a destiempo la ‘ley del offside’ y Sebastián Palacios la tiró por arriba del travesaño.
El encuentro fue también un lance personal de planteos tácticos entre dos ídolos de cada hinchada, el DT de River Marcelo ‘Muñeco’ Gallardo y el de Boca, Guillermo Barros Schelotto.