Benítez y Luis Enrique, el hielo y el fuego para el Madrid-Barcelona
AFP | El clásico de la Liga española presenciará un choque de extremos, en el que el cerebral Rafael Benítez, entrenador del Real Madrid, desafiará a su pasional homólogo del Barcelona, Luis Enrique, cuya vuelta al Santiago Bernabéu seguramente hará subir la temperatura el sábado (17h15 GMT).
A principios de septiembre, durante un seminario de trabajo de la UEFA, se pudo ver a ‘Rafa’ (55 años) y ‘Lucho’ (45 años) conversando, y es que ambos se conocen bien.
En la primavera de 1994, Benítez, entonces un joven técnico del filial del Real Madrid (1993-1995), subió al primer equipo como segundo del entrenador Vicente del Bosque cuando en la plantilla merengue jugaba un prometedor delantero asturiano, Luis Enrique Martínez.
Luego siguieron caminos distintos: Luis Enrique se convirtió en la bestia negra del Bernabéu tras su fichaje por el Barcelona en 1996 y Benítez dejó el Real Madrid para sentarse en distintos banquillos de España y el extranjero, antes de volver al club blanco el pasado verano.
A pocos días del 231º clásico este fin de semana, los dos técnicos se mueven pues en terreno conocido.
«Para un jugador del Barcelona es siempre gratificante ser silbado en el estadio Santiago Bernabéu», dijo un día Luis Enrique.
El estadio madridista debería recibir al técnico azulgrana con grandes abucheos, el sábado, aunque Benítez tampoco está a salvo en caso de mal resultado.
«Mi trayectoria en el Real Madrid me enseñó que ser primero es lo único que vale y que ser segundo no cuenta nada», admitió el técnico madridista al asumir sus funciones.
– Dos estilos: «Rafa» piensa, «Lucho» vibra –
Benítez y Luis Enrique tienen puntos comunes: se les considera meticulosos, ordenados, pragmáticos, y partidarios de las nuevas tecnologías y de los métodos más innovadores.
Por ejemplo, Luis Enrique dirigía los entrenamientos del Celta (2013-2014) desde un andamio, o también suministró chalecos GPS a sus jugadores del Barça para medir mejor sus esfuerzos en el entrenamiento. Benítez, por su parte, fue pionero en utilizar la informática en el fútbol y emplea cotidianamente programas de análisis y de preparación.
Pero, en el campo sus estilos son diametralmente opuestos.
Con sus tatuajes y su aspecto deportivo, Luis Enrique es un antiguo internacional que se ha mantenido en forma gracias al ciclismo y al triatlón. Desde su banquillo, el asturiano vibra, gesticula y su fuerte carácter estuvo a punto de jugarle una mala pasada en enero pasado, cuando dejó en el banquillo a su estrella Lionel Messi, que no lo encajó bien.
Benítez también se ve confrontado a un gran ego como Cristiano Ronaldo. Pero, sin un gran pasado como jugador, el técnico con perilla y figura oronda es un ganador y un apasionado de la táctica, que no deja de dar consignas y consejos a sus hombres durante los partidos.
– Pedagogía o ironía –
Ninguno de los dos hombres parece disfrutar con sus comparecencias ante la prensa, sobre todo ante una prensa española que busca más la polémica que los debates de fondo.
«Qué bien os vendría disfrazaros a alguno», ironizó Luis Enrique a principios de noviembre tras una interminable polémica por la fiesta de Halloween organizada en Getafe por sus jugadores.
Su humor ácido y sus respuestas cortas y secas contrastan con las largas de Benítez en rueda de prensa.
Con tono pedagógico, Benítez intenta apoyarse en las estadísticas para apoyar sus afirmaciones. Pero, a veces, no puede evitar mostrar su enfado: recientemente fustigó las polémicas «inventadas» y acusó a la prensa de querer «desestabilizar» al Real Madrid.