Beata Carmen Rendiles, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Venezuela es sin duda una tierra de gracia y son muchos los venezolanos que a lo largo de nuestra historia patria han sabido responder este título; por cantidades de lugares encontramos personas muy santas, con frecuencia desconocidos para la mayoría, son sacerdotes, religiosas, personas solteras, padres y madres de famila, jóvenes y hasta niños.
Hoy tenemos el caso de una jovencita que nació el 11 de agosto de 1903 sin su brazo izquierdo y durante toda su vida llevó una protesis muy pesada, su nombre es Carmen Rendiles.
Su niñez y juventud la pasó rodeado del amor y del cariño de su familia, a los 15 años sintió que Dios la llamaba para la vida religiosa y la entrega total al servicio de los demás, se acercó a conocer un grupo de religiosas francesas que acababan de llegar a Caracas, Venezuela, conocida como las siervas de Jesús en el santísimo sacramento y entró en la congregación el 27 de febrero de 1927. En ese mismo mes de septiembre tomó los hábitos y los votos perpetuos los hizo unos años después el 8 de septiembre de 1932.
La congregación la envió a Francia a completar su formación religiosa; allá ocupó el puesto de maestra de novicia, y luego le fue asiignada como superiora de las casas de la congregación, tanto en Venezuela como en Colombia pero para su desilusión las hermanas francesas aceptaron cambiar y vivir como institución secular, por eso hacia 1950 Madre Carmen solicitó consejo y permisos especiales para fundar una nueva congregación religiosa en Venezuela de derecho diocesano que fue aprobada por la santa sede formalmente el 25 de marzo de 1966 con el nombre de las siervas de Jesús.
En su nueva congregación Madre Carmen fue electa superiora general, se dedicó a hacer enfasis entre sus monjas al amor al Santisimo Sacramento del altar, el amor a la Virgen María, la oración constante por los sacerdotes, así como la educación religiosa de la niñez y la juventud.
A pesar de tener una protesis muy pesada en el brazo izquierdo, aprendió a coser, a bordar y a hacer carpinteria. Se sabe que varias de las piezas de su habitación, como la silla y el armario los construyó ella misma y fomentó la elaboración de ostias y ornamentos liturgicos, al mismo tiempo hizo que la congregación tuviera obras al servicio del proximo y que las obras de la institución se expandieran desde Caracas hacia otras ciudadades del país y hacia Colombia también.
Desempeñó su vida religiosa con mucha naturalidad, sencillez, liderazgo y amor hacia todos. Sus hermanas religiosas aseguran que era una mujer fiel a su consagración religiosa, integra, muy piadosa, alegre, que supo dejar una huella imborrable en todas las que pudieron compartir a su lado.
Madre carmen murió en olor de santidad el 9 de mayo de 1977 y el 18 de diciembre de 2017 la santa sede aprobó un milagro ocurrido por intercesión de madre Carmen, que intercedió frente a Dios para que se salvara el brazo derecho de la doctora cirujana venezolana Trinette Durán de Branger.
Sucedió que durante una operación que ella estaba realizando, se desprendió de la mesa un cable electrico y le dio una descarga en su brazo derecho y se lo paralizó por completo. No hubo medicamento ni medicamento que la sanara, Trinette invocó a madre Carmen y quedó totalmente sanada. La intercesión de madre carmen permitió que se convirtiera en la tercera beata venezolana.
Su vida de entrega a Dios y a los demás, su amor a la eucaristía y a la virgen muestran una vez más que con Dios ¡siempre ganamos!