Barcelona se aferra al liderato guiado por hat-trick de Messi contra el Levante
800Noticias / con información de ABC
El Levante juega muy bien al fútbol, es un equipo pequeño pero que tiene una idea y sabe cómo llevarla a cabo con jugadores de gran calidad y muy comprometidos con lo que intentan hacer. Centrales técnicos y delanteros rápidos. Da gusto ver equipos que usan de un modo tan inteligente sus escasos recursos. Si los partidos duraran sólo una parte, el Levante sería líder de Primera con 29 puntos. El Barça tendría sólo 24. Es un dato algo absurdo, y que revela el poco trabajo real que ha de tener el que lo haya obtenido, pero es sin duda indicativo de que algo bien hace este equipo.
El Barcelona salió con un dibujo poco usual, tres centrales. Arriba, Messi, Dembélé y Suárez. Algo pasó con Semedo, que tras el último entrenamiento parecía en condiciones de jugar, pero que al final no estuvo en el once inicial. A pesar de la rareza del esquema, el Barça se asentó mejor en el partido y salía victorioso de los duelos individuales. Le faltaba algo de precisión porque trataba de jugar a una altísima velocidad.
El Levante también aprovechaba lo suyo para desafiar al Barcelona y sus ocasiones eran incluso las más claras, aunque su juego no tenía tanta continuidad. Boateng se siente a gusto encarando a Ter Stegen. Terreno de juego en excelentes condiciones, césped rápido, recién regado.
Los ataques se sentían superiores a las defensas en dos equipos que querían hacer más o menos lo mismo y del mismo modo. Partido sin tregua, abierto, igualado. Messi en el 24 tuvo una falta ideal para él pero Oier le adivinó la intención y paró con seguridad el disparo. El Levante le miraba a los ojos al Barça. La conexión entre Morales y Boateng funcionaba. Bardhi, Campaña y Rochina engrasaban el juego de su equipo, que fue paulatinamente encontrando la continuidad que al principio no tenía. Fruto de todo ello, Boateng pudo fusilar a Ter Stegen a bocajarro, con la mala fortuna que el balón fue a estrellarse al travesaño.
Y casi a continuación Messi vio el desmarque de Suárez dentro del área del Levante y le puso una delicadísima asistencia para que el uruguayo cazador colara la pelota de bolea por la escuadra. El partido continuó vivo e igualado tras el gol. El Barcelona trató de descansar del intercambio de golpes alargando un poco sus posesiones pero el Levante no desistió de sus abordajes.
Pero pese a la igualdad, y al reconocimiento que por su clase e inteligencia el juego del Levante merece, el fútbol tiene genios contra los que es inútil cualquier lógica, disciplina o esfuerzo. Y eso es lo que exactamente pasó en el minuto 42, cuando Busquets, que es un superdotado leyendo el fútbol, le puso una magnífica desde el centro del campo a Messi, para que el argentino, en una de sus carreras prodigiosas, se plantara ante Oier para batirle de un disparo raso y cruzado.
El Barça se adaptó bien a sus necesidades y a su novedoso esquema. Y por supuesto, Messi sigue estando de nuestra parte.
La segunda parte empezó tal como había empezado la primera, y en el 47 el Levante perdió un balón en construcción que Suárez mandó a Jordi Alba para que armara un ataque que una vez más acabó rematando Messi con su más característico disparo. 0 a 3, partido terminado. Vermaelen, tocado, tuvo que ser sustituido por Arthur, que en el 54 le puso una sensacional asistencia en profundidad a Suárez que el uruguayo no pudo concretar. Pero subsanó con talento y generosidad su error, le robó un balón a Cabaco, le puso un caño antológico, centró con el exterior al segundo palo para que Vidal le templara el balón a Messi y el argentino consiguiera su hat-trick. En el 75, Cabaco fue merecidamente expulsado de roja directa por una feísima entrada a Dembélé. Piqué se dio el capricho de marcar el quinto en el 87.
Victoria más contundente que solvente. Más goles que control. Trámite resuleto, en cualquier caso.