Barça del noveno puesto sube al liderato en nueve jornadas
EFE
El Barcelona disfruta por primera vez del liderato esta temporada en LaLiga, al cual ha llegado en nueve jornadas, después de que la derrota contra el Athletic (1-0) le situase noveno, y la victoria ayer sábado en el campo del Eibar (0-3), más el tropiezo del Madrid en Mallorca (1-0), le haya colocado al frente de la clasificación.
Este es un liderato que el Barcelona esperaba atacar el próximo fin de semana en el Camp Nou en el clásico, que ha sido aplazado, pero al final el equipo de Ernesto Valverde conoció casi a la medianoche de ayer sábado que era el nuevo inquilino del liderato liguero, al caer el Madrid.
Este ascenso tiene una explicación: el Barcelona ha encontrado la consistencia en resultados que otros no han aguantado, entre ellos el Real Madrid y Atlético, el cual ayer también se dejó puntos en la visita del Valencia (1-1) al Metropolitano.
Pocos daban una situación como la que disfruta momentáneamente el equipo azulgrana, no sólo por el tropiezo en Bilbao y la ineficacia en Pamplona, donde se dejó empatar un partido, por unas manos infantiles de Gerard Piqué, sino, sobre todo, tras el infame partido que jugó en Granada, la sensación de la Liga, donde los de Valverde ofrecieron una actuación que volvió a poner en el punto de mira a algunos jugadores y al técnico.
La suerte para los azulgranas de aquel partido, que desacreditó al Barcelona, fue que la argumentación que se dio entonces desde el propio vestuario, conforme a que el equipo había realizado una pretemporada insuficiente y que aún estaba en rodaje, cobró credibilidad rápidamente en el siguiente partido, que fue intersemanal, contra el Villarreal.
Al triunfo contra el ‘submarino amarillo’ (2-1) le han continuado cuatro más (Getafe, 0-2; Sevilla, 4-0; y Eibar, 0-3), incluido uno de la Liga de Campeones, frente al Inter (2-1).
No obstante, esta exitosa secuencia tras los hechos de Granada, con cuatro triunfos en la Liga y uno en la Liga de Campeones, no ha llevado ligado una mejora radical del juego, pues los partido contra el Inter y el Sevilla, incluso el del Getafe, a poco que los rivales hubiesen tenido una pizca más de fortuna, quizá los azulgrana no hubiesen firmado este buena racha, pero la realidad es lo que se impone, y el Barça cuenta con esos cinco partidos seguidos victoriosos que le han colocado de nuevo en primer posición.
A pesar de que el juego no es espectacular, al margen del 5-2 que logró contra el Betis, en el que ha sido el mejor partido de la temporada, al que se acerca un poco el también 5-2 infligido al Valencia, a pesar de que los ‘che’ jugaron un más que buen partido (erraron goles clarísimos), la mano de Valverde se ha vuelvo a imponer y ha dado buenos resultados.
Lo más destacado es el trío en la medular, que parece ya fijo, formado por Arthur, Busquets y un De Jong que ya empieza a deslumbrar como un jugador llamado a marcar época. Para esta apuesta, Valverde ha sacrificado a un intocable, como es el croata Ivan Rakitic, quien alterna no convocatorias con banquillos y escasos minutos en el campo.
Después de algunas semanas en cuadro en ataque, en las que el Barcelona por lesión de algunos mimbres imprescindibles (Suárez, Messi y Dembélé) sólo tenía un delantero (Antoine Griezmann), a los azulgranas le cayó del cielo un ángel, que tenía en el juvenil B, pero que esta temporada estaba destinado a saltarse el A, donde entrenaba el ya destituido Víctor Valdés, y jugar en el equipo filial, para competir en la segunda división B.
Ese ángel de 16 años es el joven Ansu Fati, recientemente nacionalizado español (debutó esta semana con la ‘rojilla’ ante Montenegro). Su aterrizaje en los entrenamientos rápidamente tuvieron el premio para debutar en el Camp Nou (frente al Betis) y como goleador en el siguiente partidos (Osasuna).
No obstante, cuando Messi y Suárez recuperaron la forma, igual que el actualmente sancionado Dembélé, el suflé Ansu Fati descendió lo apropiado (lleva dos partidos en el banquillo sin jugar ni un solo minutos: Sevilla y Eibar). Para Valverde, la apuesta está clara, que no es otra que su artillería pesada (Griezmann, Suárez y Messi), pero ahora tiene a dos piezas con las que alternar el tridente que le ofrecen total garantía, como son Oumane Dembélé y Ansu Fati.
Ajustadas la medular y el ataque, la retaguardia lleva cinco partidos con sólo dos goles en contra (Villarreal e Inter), a pesar de que la suerte y la falta de acierto de los rivales tienen mucho que ver. Al margen de ello, la realidad es que el Barça no encaja tantos y Valverde ha recuperado al lesionado Jordi Alba.
Otro mimbre que le han llegado en buena forma es el central francés Samuel Umtitu, desaparecido por lesión o en el banquillo tras recibir el alta. Ayer sábado en Eibar, el jugador volvió a la titularidad tras tener el alta médica (Gerard Piqué estaba sancionado por acumulación de tarjetas) y cuajó un partido como en sus mejores actuaciones.
Al nutrido grupo de centrales, Valverde también puede echar mano del joven francés Jean-Clair Todibo (19 años), quien fue titular contra el Sevilla y cuajó una actuación muy destacada.
Así, las dudas y sospechas que recayeron sobre el equipo de Valverde, han tardado nueve jornadas en desaparecer casi por completo.
De un equipo desnortado y sin una idea de juego en el inicio del curso se llega a la jornada nueve con el Barça líder, Valverde con casi todos sus efectivos disponibles y ya en la senda para afrontar con este tarjeta una temporada en la que la Liga sigue siendo el principal objetivo, pero que sin la Liga de Campeones, volverá a acabar siendo un fracaso para muchos de sus aficionados, como en los dos anteriores cursos.