Atleta bielorrusa Tsimanouskaya espera que no les pase nada malo a sus padres - 800Noticias
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800Noticias | EFE

La atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya dijo este jueves en Varsovia que había hablado con sus sus padres y que confiaba en que no les pasaría nada malo, después de que ella escapase a un presunto intento de secuestro del régimen de su país en Tokio.

«He hablado con mis padres hoy, me han dicho que están bien, confío en que no les pase nada malo», dijo la atleta, que ha recibido asilo en Polonia.

«Espero decidir junto a mi marido cuánto tiempo nos quedaremos en Polonia, pronto tomaremos una decisión», agregó.

Tsimanouskaya dijo también que esperaba con su gesto poder ayudar asimismo a otros ciudadanos bielorrusos que se encuentren en situaciones similares.

Tsimanouskaya, que competía en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se negó a regresar a su país por miedo a represalias, después de que el gobierno de Minsk la acusase de «inestabilidad emocional y psicológica».

La velocista se había quejado de la mala planificación de las autoridades deportivas bielorrusas y, puesto que en el pasado mostró su apoyo a la disidencia democrática en su país, declaró temer por su seguridad y pidió protección a la policía japonesa.

Varsovia le concedió un visado humanitario a Tsimanouskaya y a su marido, Arseny Zdanevich, que viajó ayer desde Minsk hasta Ucrania.

El gobierno polaco, que dice haber aceptado casi 300 peticiones de asilo político de ciudadanos bielorrusos en lo que va de año, ofrece un programa de protección legal y ayuda económica a los inmigrantes de aquel país, cuyo número en Polonia asciende a unos 100.000.

La atleta aseguró haber recibido muchas muestras de apoyo del mundo del deporte y manifestó su esperanza de seguir entrenando y compitiendo y volver a estar en unos Juegos Olímpicos.

«Por supuesto que me gustaría seguir entrenando y compitiendo, si es posible. Durante los 2 últimos años mi marido fue mi entrenador en Minsk y cuando venga a Polonia intentaré continuar entrenando con él», dijo.

«Espero que no hayan sido mis últimos Juegos Olímpicos, haré todo lo posible para seguir en forma y continuar mi carrera», agregó.

Sobre un posible regreso a Bielorrusia dijo estar dispuesta a ello «cuando esté convencida de que allí estaré a salvo».

La decisión de no volver a Bielorrusia desde Tokio y pedir protección de la policía japonesa estuvo relacionada al parecer con una llamada de su abuela.

«Mi abuela me llamó en el último momento y me dijo que en ningún caso debía hablar con nadie del gobierno de Bielorrusia», explicó.

La llamada de la abuela llegó cuando ya estaba cerca de tomar el vuelo que debía llevarla de regreso a Minsk.

Antes había habido diferencias con las autoridades deportivas de su país por su negativa a participar en una prueba que ella no tenía contemplada.

«Cuando conversé con las autoridades y les dije que no iba a participar en la segunda prueba, que mi decisión era firme, me dijeron que podría hablar con el Comité Nacional de Bielorrusia y ver si estaban de acuerdo», dijo.

«Yo estaba de acuerdo con ello, pero luego me dijeron algo completamente diferente y me amenazaron diciendo que si no cumplía su voluntad tomarían medidas y podían despedirme de los Juegos», agregó

Luego un miembro del Comité Olímpico Bielorruso se le acercó, según ella a espiar lo que estaba escribiendo en su teléfono móvil y le ordenó que no se comunicase con su familia.

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