Argentina ganó a Bolivia con destellos de Messi
AFP
La selección argentina de fútbol batió el martes a Bolivia 2-0 con momentos de inspiración de Lionel Messi y una mayor jerarquía técnica frente a un sistema ultradefensivo, en la clasificatoria sudamericana al Mundial de Rusia-2018 en el estadio Mario Kempes de Córdoba (centro del país).
Los goles fueron marcados por el lateral Gabriel Mercado, a los 20 minutos, y por Messi, a los 30, de tiro penal por dudosa infracción sancionada por el árbitro venezolano Jesús Valenzuela, ante unas 55.000 personas, por la sexta fecha.
La gente disfrutó el resultado y el espectáculo, felices de ver a Messi y compañía en tierra cordobesa, lejos del estadio Monumental de Buenos Aires. Los argentinos saltaron al tercer lugar de las posiciones con 11 unidades, detrás de Uruguay y Ecuador, líderes con 13.
El césped del estadio cordobés no estuvo a la altura de un encuentro internacional, luego de ser arrasado por recientes recitales de las bandas roqueras Maná y Iron Maiden.
Messi marcó su gol número 50 en la selección. Sigue detrás de Gabriel Batistuta, máximo goleador histórico con 56 tantos.
Aluvión
La Albiceleste lanzó un ataque aluvional para no dar tiempo a Bolivia a acomodarse en el campo. Un tiro en el travesaño de Ever Banega fue un raro aviso a los 11 segundos.
Al DT boliviano Julio César Baldivieso, leyenda del fútbol de su país, pareció no quedarle otro recurso que plantear un ultradefensivo 5-4-1. El equipo verde llegó con numerosas bajas de titulares. Aguantó todo lo que pudo a puro coraje y espíritu combativo.
El entretejido defensivo, tarde o temprano, debía quebrarse frente a la mayor jerarquía del rival. El DT argentino Gerardo ‘Tata’ Martino eligió a Gonzalo Higuaín de centrodelantero en lugar de Sergio Agüero. ‘Pipita’ le dio la razón, en una eficiente continuidad de su hora de esplendor en Nápoles de Italia. El ‘Kun’ del Manchester City entró en el segundo tiempo.
Metió un tiro de emboquillada, recibió el rebote y con inteligencia dio el pase-gol para el toque a quemarropa de Mercado, un lateral con vocación de área y cañonero.
El arquero Carlos Lampe le tapó un remate franco a Banega y tres tiros libres a Messi. El zaguero Luis Gutiérrez fue un aguerrido pilar aunque a veces se excedió en el empleo de la fuerza. La duda quedó sembrada cuando el juez Valenzuela sancionó un penal de Ronald Eguino por trabar botín contra botín a Banega.
La zurda de Messi no perdonó desde los doce pasos. Fueron los momentos del encuentro en que el supergoleador se pareció al articulador implacable de avances del FC Barcelona. Aparecieron sus destellos, con paredes, pases en profundidad hacia las alas y la búsqueda de la devolución acertada. A veces no logró buena compañía para dichas sociedades esenciales en el fútbol.
Martillando sin pausa
Argentina se quedó como en otros partidos de la Selección sin Ángel Di María, clave en la circulación rápida, la combinación ofensiva y el gol. Fue un golpe desafortunado en un choque. Fue la hora de Correa otro Ángel, audaz y atrevido, pero con menor capacidad de juego asociado.
Los argentinos disminuyeron el vértigo, la velocidad a todo vapor que le habían dado a su funcionamiento. El partido se jugaba en un campo ‘chico’, de 50 metros, siempre en el de los bolivianos. No se cansó de martillar.
Del otro lado sólo aparecía la solvencia de Alejandro Chumacero. Pero sufría huérfano de compañeros con los que armar un contragolpe. No pesaba Martín Smedberg-Dalence y demasiado aislado quedaba Yasmani Duk.
La pareja alternativa de centrales argentinos, Martín Demichelis-Javier Pinola, no pasaba sustos y menos el arquero Sergio Romero, hasta que Smedberg-Dalence remató de media distancia y la pelota pasó cerca de un poste. Un flor solitaria en el desierto.