Aprende a cuidar la piel durante la menopausia
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Cuidar la piel es fundamental en las diferentes etapas de la vida, pero cuando llega la menopausia se deben aumentar las atenciones para así hacerle frente a todos los cambios hormonales que se hacen presente.
Durante la menopausia la piel pierde humedad con mayor facilidad y eso favorece la aparición de arrugas, además de irritación y eccemas.
Cuidar la piel en la menopausia
La menopausia es un período en la vida de la mujer en la que deja de menstruar con regularidad. Es el proceso de desaparición de la ovulación y por tanto de la menstruación y de la capacidad de reproducción de la mujer.
Cuando ocurre este proceso entre los 40 y los 50 años, la deficiencia estrogénica subsecuente provoca una serie de cambios orgánicos que incluyen un descenso del colágeno cutáneo y un envejecimiento de la piel.
Es evidente que durante este período ocurren alteraciones hormonales que ocasionan cambios fisiológicos que afectan múltiples órganos y sistemas del organismo, y la piel no es la excepción.
La falta de estrógeno provoca mayor sequedad, flacidez y aparición de arrugas. Además, empeora la circulación cutánea impulsando la aparición de venitas y manchas.
Pensando en ello, te tenemos algunas recomendaciones para que puedas hacerle frente y evitar mayores daños a tu piel.
¿Qué hacer?
Para contrarrestar todos los efectos negativos que los cambios hormonales pueden causar en la piel de la mujer será necesario:
– Establecer un régimen de alimentación balanceado para evitar el aumento de peso. El consumo de frutas y verduras que aporten vitaminas A, C y E, son una buena alternativa.
– Realizar ejercicios para estimular la circulación sanguínea.
– Ingerir alimentos y complementos que contengan calcio para evitar la pérdida de masa ósea de los huesos, fracturas y dolores.
– Aplicar cremas hidratantes que contengan vitamina C estimulará la síntesis del colágeno y mantendrá la piel tersa.
– Utilizar el bloqueador solar diariamente incluso si no te expondrás a los rayos solares.
– Beber abundante agua.
– Recurrir a tratamientos de belleza de manera periódica. Es clave que mínimo una vez a la semana se realice una exfoliación para eliminar todas las células muertas de la piel.
Modifica tus hábitos
Aunque no lo creas, durante este proceso es imprescindible modificar algunos hábitos para que la piel no se vea más afectada por los cambios hormonales.
Entre los cambios que debes hacer por ejemplo es, reducir el consumo de alcohol, café y cigarrillos; con ello conseguirás mejorar la hidratación cutánea, ya que disminuirás la toxicidad y aumentarás la absorción de la piel.
La higiene es clave, por lo que deberás usar jabones apropiados a tu tipo de piel, además de productos suaves, emolientes e hidratantes que respeten tu piel y evitar una apariencia marchita.
Implementar una rutina de ejercicios ayuda a que el cuero se mantenga activo, las glándulas trabajen y además, se activa la circulación sanguínea, permitiendo así que la piel luzca más llena de vida.
Otro punto importante es respetar las horas de sueño y descanso. Aunque parezca mentira, dormir las horas reglamentarias ayuda a que la piel también descanse.
Durante un ciclo habitual de sueño, las células se renuevan y se expulsan toxinas. Mientras descansamos, se produce la regulación del colágeno, el componente que proporciona firmeza y densidad a la piel.