Anunciar la Palabra de Dios, por María García de Fleury
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Desde que en el año 1300 el papa Bonifacio VIII instituyó el primer año santo se celebraba cada 100 años un año jubilar, después pasó hacer el modelo bíblico de 50 años, y finalmente se fijó en 25 años.
El pueblo de Dios ha vivido esta celebración como un don especial de gracia que está caracterizado por el perdón de los pecados y en particular por la indulgencia que es una expresión plena de la misericordia de Dios.
El papa Juan Pablo II convocó a gran jubileo del año 2000 introduciendo así a la Iglesia en el tercer milenio de su historia.
Ahora cuando estamos camino a los 25 años del siglo 21 el papa Francisco ha convocado a otro gran jubileo para el año 2025 buscando establecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como gente, por esa razón eligió como lema peregrino de la esperanza.
Se ha planteado que todo el mensaje del concilio vaticano segundo se resume en la constitución de la divina Revelación de Dios, y hoy 22 de enero, tercer domingo de tiempo ordinario la Iglesia celebra el domingo de la Palabra de Dios con el lema «les anunciamos lo que hemos visto».
Es un domingo que busca destacar la importancia de escuchar y reflexionar la Palabra de Dios; en su evangelio San Lucas dice que hay muchos que se han dedicado a escribir acerca de lo que dijeron los testigos oculares de la Palabra de Dios, es decir que muy pronto se empezaron a recopilar las palabra, dicho, gesto y acciones de Jesús. Lo escrito en los evangelios no es un invento, tampoco es una creación, es la narración de una realidad vivida.
Jesús no pidió que escribieran, sino que dijo: vayan y prediquen, vayan y enseñen, San Lucas señala que Jesús también dijo: el espíritu de Dios está sobre mí y me ha enviado a evangelizar a los pobres. Evangelizar amigo, no es hacer obras sociales ni resolver injusticias sociales, Jesús dijo que Dios lo mandó a evangelizar y a proclamar a los cautivos la libertad.
Los primeros cristianos evangelizaron anunciado la Palabra de Dios y tuvieron mucho éxito, porque a pesar de las persecuciones la gente se convertía en cantidades. Anunciaban la Palabra de Dios y eso le daba esperanza a la gente, dar esperanza; si es verdad que daban pan y ayudaban a los demás, pero ellos proclamaban la Palabra de Dios dando esperanza a los demás, ese fue su éxito eso es a lo que estamos convocados.
Este domingo de la Palabra de Dios llama a evangelizar, es decir anunciar la buena noticia, ¿Cuál es la buena noticia? Dios te ama, Dios te perdona si se lo pides, hay vida eterna. Ese fue el secreto del éxito de los apóstoles. Los católicos son los que damos esperanza frente a las grandes dificultades, esperanza que hay vida eterna, porque cristo resucitó y él es Dios. Con Dios siempre ganamos.
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