Aníbal Sánchez entra en acción
El domingo en la noche Aníbal Sánchez salió a cenar en un restaurante de Detroit con su excompañero Ricky Nolasco. Sin embargo hoy, la amistad que los une desde que ambos formaban parte de los Marlins de Miami, quedará a un lado cuando se enfrenten en el segundo juego de la temporada de sus equipos.
Los Tigres de Detroit recibirán a los Mellizos de Minnesota en el segundo juego de una serie de tres y el venezolano será el encargado de subir al montículo para enfrentarse a la novena de Nolasco, una organización ante la que tiene buenos antecedentes.
El 24 de mayo de 2013, el derecho estuvo cerca de lanzar un juego sin hits ni carreras. Pero cuando le faltaban solo dos outs para completar la hazaña, Joe Mauer le conectó un sencillo que acabó con la ilusión.
Desde que llegó a los bengalíes en 2012, Sánchez tiene una efectividad de 2.60 en 52.0 innings de labor contra los Mellizos. Su récord es de 2-2 en nueve presentaciones en las que ha abanicado a 52 rivales.
El criollo está entusiasmado por comenzar su accionar en la temporada de Grandes Ligas. El serpentinero está motivado no solo por los nuevos retos que supone el inicio de una campaña, sino también porque podrá demostrar que está sano, algo que le faltó en 2014.
«Estoy listo para empezar», aseguró a los medios estadounidenses. «Sé la responsabilidad que tengo y estoy preparado para asumirla».
La zafra pasada, Sánchez apenas pudo hacer 22 presentaciones, la última de ellas como relevista. De hecho, el derecho no abre un juego para los bengalíes desde el pasado 8 de agosto.
Una lesión en el pectoral derecho limitó el tiempo de juego del criollo que dejó récord de 8-5 con 3.43 de efectividad.
«La temporada pasada fue bastante extraña. Desde el spring training todo empezó mal. Pero ya hay que dejarla atrás», sentenció. «Mi brazo y mi hombro están bien. Estoy sano y estoy ansioso porque finalmente llegó el día de volver a lanzar».
«Me siento preparado. Quiero ganar y creo que el equipo hizo movimientos para reforzarse muy bien», concluyó.
Fuente: El Universal