Análisis | Uruguay, el «proceso» y un centro del campo de 22,5 años
EFE
El éxito del «proceso» del que muchas veces habla seleccionador de Uruguay, Óscar Washington Tabárez, es la capacidad de ir incorporando a jóvenes jugadores sin que desentone el conjunto. Ante Perú, en los cuartos de final de la Copa América se verá una nueva prueba, un mediocampo de 22,5 años.
De cumplirse la alineación con la que ensayó este jueves Uruguay en el estadio Barradao, del Vitoria de Salvador, el centro del campo celeste incluiría a Federico Valverde (20 años), Rodrigo Bentancur (22), Nahitán Nández (23) y Giorgian de Arrascaeta (25): una media de edad de 22,5 años para dirigir las operaciones.
«Nosotros venimos de un proceso de 13 años, que se cumplieron en marzo, en que hemos querido insertar a Uruguay en el concierto del fútbol mundial, cosa que nos costó mucho en algunos periodos históricos», explicó Tabárez antes de su primer partido en la Copa América, el 4-0 a Ecuador en el Mineirao de Belo Horizonte.
Una de las claves de ese «proceso» consiste en que el trabajo de todas las selecciones uruguayas está vinculado entre sí, de manera que los jóvenes que son seleccionados en las categorías menores van adquiriendo conceptos que emplearán en la absoluta.
«Hemos también pretendido una vinculación con el trabajo de las selecciones juveniles con la selección mayor, para que la juvenil sea un surtidor de futbolistas para la selección mayor, y venga con un andamiaje de principios, valores, códigos, el respeto, y además con un sentido de la excelencia», añadió el ‘Maestro’.
Al trabajo en las selecciones inferiores le acompaña también una talentosa hornada de futbolistas que han sido captados por los grandes clubes del panorama internacional.
No en vano, Valverde juega en el Real Madrid español, Bentancur en el Juventus italiano, Nández en el Boca Juniors argentino y De Arrascaeta es un ídolo en Brasil, donde el Flamengo pagó el fichaje más caro de su historia. Otra opción sería Lucas Torreira, que a sus 23 años juega en el Arsenal de la Premier League inglesa.
Valverde, preguntado este jueves por este centro del campo de 22,5 años que podría disponer Uruguay ante Perú, admitió que «puede ser» que esta Copa América les haya hecho madurar de golpe, y hizo algo que no es muy habitual en el fútbol de alto nivel: sincerarse sobre la tensión que generan los partidos de máxima exigencia.
«Hay veces que te tocan jugar partidos que son bravos, y no te voy a mentir, los nervios pasan, pasas mucha ansiedad… Pero como siempre, ahí están los jugadores experimentados, que se acercan el día anterior para ayudarte, para hacerte abrir los ojos, que disfrutes… Estás viviendo mucha responsabilidad, jugando para un país, pero son momentos que van quedar para toda la vida y tienes que tratar de disfrutarlos», admitió Valverde.
El centrocampista del Real Madrid ya fue titular en otro partido «bravo» con la ‘Celeste’, el que disputaron en la última jornada del grupo C contra Chile por el primer lugar del grupo (0-1 para los charrúas), junto a Bentancur, una dupla de pivotes que generaba cierta inquietud por sus debilidades defensivas.
«Yo sí tengo redes (sociales) y miro, sé que se corrían muchos comentarios y rumores de que no iba a haber marca», reconoció Valverde, que explicó que tanto él como su compañero se mentalizaron en que había que «marcar un poco más que lo habitual», ya que ambos son jugadores de un perfil más creativo.
«Fue un gran desafío. Con Rodri nos hablamos un poco en la cancha, tratamos de respaldarnos, apoyarnos. Compartimos habitación, somos amigos, tenemos una confianza que hace que podamos decirnos cualquier cosa, que la vamos a tomar bien», detalló.
Pero el ‘proceso’ es algo más que talento, es también un sentimiento de familia que detallaron Valverde y el lateral Giovanni González (24 años, Peñarol), también protagonista, ya que está siendo titular por la lesión de Diego Laxalt.
El lateral del Peñarol se sinceró sobre lo que supone para él formar parte de un equipo con jugadores como Cavani y Suárez. «Hacía unos meses yo los estaba viendo por la tele jugando la ‘Champions’, ahora puedo compartir con ellos», admitió.
Tanto González como Valverde se deshicieron en elogios hacia Cavani, cuyos gestos con los niños en diferentes ciudades por las que pasa Uruguay han levantado elogios de los medios argentinos.
«Como futbolista para los que somos jóvenes, además de ser una estrella y admirarle, puede ser un hermano mayor, un padre, que siempre está aconsejando. Yo en lo personal por más que llevo un par de partidos en la selección, siempre trato de darle su espacio, respetarlo, es un jugador de élite y a veces esa niñez que tengo yo esa inmadurez… Por eso le doy su espacio», admitió Valverde.
Esa capacidad de juntar a los futbolistas de alto nivel y a los que empiezan, madurez y juventud, es una de las claves del ‘proceso Tabárez’, una de las causas que ha colocado a Uruguay en lo alto del fútbol mundial en los últimos años y que aspira a seguir haciéndolo en esta Copa América. Incluso con un centro del campo de 22,5 años.