Algo más sobre el Dr. José Gregorio Hernández, por María García de Fleury - 800Noticias
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José Gregorio Hernández es el médico popular de Venezuela que ya en vida gozaba de un aura de santidad. José Gregorio fue arrollado por el vehículo de Fernando Bustamante, un mecánico dental de 28 años de edad, quien además lo conocía por haberle contratado sus servicios médicos para su familia. En ese arrollamiento el doctor Hernández murió de una fractura craneal a consecuencia del impacto que recibió en la cabeza cuando se cayó y se golpeó en la acera.

El suceso quedó grabado en la memoria de todos, al doctor Hernández, en pleno ejercicio de su profesión como médico, lo sorprendió la muerte en el momento en que realizaba un acto de caridad saliendo de comprarle las medicinas a una ancianita muy pobre económicamente para aliviarle sus dolores. El doctor Hernández murió como los antiguos héroes guerreros que deseaban morir empuñando la espada.

Armado de su bata blanca de médico, José Gregorio murió con las medicinas en la mano, esa fue su espada gloriosa. La noticia de su muerte conmocionó a todo el país, que se unió en un solo sentimiento de pena y tristeza; niños, jóvenes, universitarios y adultos decían, «ha muerto un santo, José Gregorio es nuestro».

La gente veía en él al ideal de un ser humano, no solamente eran sus estudios, sus investigaciones, su capacidad de transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones de médicos, los premios que había ganado en el exterior por sus trabajos científicos, sino además de todo, lo importante era su capacidad de llegar al alma de cada persona que se encontraba con él, a cada uno lo veía y lo trataba como si fuera la persona más importante para él, y, efectivamente, así sucedía.

Las personas se sentían queridas, sabían que eran importantes para él, bien fuera un paciente, un alumno, un amigo. Era una persona muy religiosa, asistía a misa diaria, visitaba frecuentemente al Santísimo, rezaba el rosario todos los días y sobre todo sus consejos y recomendaciones con quien se encontraba siempre llevaban un tono evangelizador y muy realista.

El 29 de junio, día de su fallecimiento, también recordamos que José Gregorio le encantaba tocar piano, violín y era una excelente pareja de baile. José Gregorio Hernández es el primer laico venezolano al que impulsado por el pueblo se le solicita la canonización. La devoción al doctor Hernández no es de un grupito de personas ni de una región, es una devoción nacional e internacional.

Ya desde antes de la gran emigración de venezolanos a cientos de países, la devoción al doctor José Gregorio Hernández había salido de Venezuela hacia Santo Domingo, República Dominicana, hacia Colombia y a los Estados Unidos. Existe una inmensa cantidad de reproducciones y variantes de la imagen del doctor José Gregorio Hernández en todo tipo de dibujos, tatuajes, estampas, esculturas, estatuillas y placas, esto representa la confianza, la devoción y el profundo amor por el venezolano José Gregorio, a quien atestiguó en sus devotos haber visto en sueños radiografías y recipes médicos y a quien se le atribuyen curaciones tanto del alma como del cuerpo.

Toda su vida fue una constante búsqueda de Dios a través de la ciencia y la santidad. El doctor José Gregorio Hernández pasó por dificultades, sin sabores y también tuvo reconocimientos y éxitos en su profesión como médico y como profesor. En todo momento José Gregorio se mantuvo fiel a Dios porque él sabía que con Dios siempre ganamos.

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