Agradécele a la Mujer, por María García de Fleury

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Soy María García de Fleury.

En el Día Internacional de la Mujer recordemos a Juan Pablo II que decía «gracias a cada mujer por el simple hecho de ser mujer a través de la percepción que forma parte de tu condición de mujer, enriqueces la comprensión del mundo y ayudas a que las relaciones humanas sean más honestas y auténticas» y agregaba el Papa «gracias mujeres que son madres, ustedes han albergado a los seres humanos dentro de ustedes en una experiencia única de alegría y dolor. Esta experiencia te ha hecho convertirte en la propia sonrisa de Dios sobre el niño recién nacido, quien guía sus primeros pasos, quien lo ayuda a crecer y quien es el ancla mientras el niño avanza en el camino de la vida. Gracias mujeres que son esposas, ustedes unen irrevocablemente su futuro al de sus maridos en una relación de entrega mutua al servicio del amor y de la vida. Gracias mujeres que son hijas y mujeres que son hermanas al corazón de la familia y luego de toda la sociedad. Llevan la riqueza de su sensibilidad de su intuición de su generosidad de su fidelidad. Gracias mujeres que trabajan», agregaba el Papa.

Están presentes y activas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política. De esta manera hacen una contribución indispensable al crecimiento de una cultura que une razón y sentimiento a un modelo de vida cada vez más abierto al sentido del misterio, a la instauración de estructuras económicas y políticas cada vez más dignas de la humanidad.

Gracias mujeres consagradas siguiendo el ejemplo de la más grande de las mujeres: la madre de Jesucristo. Ustedes se abren con obediencia y fidelidad al don del amor de Dios ayudan a la iglesia y a toda la humanidad a experimentar una relación esponsal con Dios que expresa magníficamente la comunión que Dios quiere establecer con sus criaturas, amigos, hombres y mujeres.

Son iguales en dignidad, la llamada a la santidad es universal pero los caminos y los medios para seguirla son variados. El papel de la mujer en la iglesia varía, algunas son madres, otras no tienen hijos, otras se consagran a Dios, algunas se quedan en casa, otras trabajan en el matrimonio.

Hombre y mujer están llamados a construir juntos una familia mediante la cooperación mutua y el respeto mutuo. Existen diferencias en los roles que desempeñan naturalmente, las mujeres son cuidadoras más naturales de los niños y los hombres trabajan más naturalmente fuera del hogar.

Sin embargo, las mujeres pueden trabajar y lo hacen fuera del hogar y los hombres pueden actuar como cuidadores de los niños pudiendo uno sustituir al otro cuando sea necesario. Donde hay una diferencia absoluta en los roles que desempeñan los dos sexos es en dar la vida, por ley natural solo las mujeres pueden dar vida física sirviendo como madres.

Las mujeres tienen el privilegio de estar íntimamente asociada en dar vida a través de engendrar y dar luz a los hijos. María, la madre de Dios, mostró la máxima extensión del llamado maternal al convertirse en madre de cristo, quien es Dios.

Amigos, los ambientes en que vivimos están llenos de tensión y aceleramiento. Sin embargo, si somos personas que buscamos la excelencia debemos buscar un tiempo cada día para agradecer.

Tómate un momento hoy para agradecer a las mujeres de tu vida agradecerles su amor, su testimonio, su sabiduría.

Ayudémonos a cumplir la misión específica que dios ha designado para cada uno de nosotros porque él es la sabiduría eterna y sin duda con dios siempre ganamos.

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