Asimismo, se encuentra en diversos alimentos, tanto animales como vegetales, que contienen grasas saturadas. Entre las fuentes más comunes tenemos a las siguientes:
- Aceite de coco: es una de las más ricas, estimándose en un 40 % la proporción de ácido láurico.
- Aceite de palmiste: extraído de la almendra de la palma Elaeis guineensis. Su proporción es mucho mayor, cercana al 80 %.
- Leche de vaca o de cabra: contienen un aproximado de 0,25 gramos por taza; el 3 % de la grasa total de la leche es ácido láurico.
Aplicaciones y beneficios del ácido láurico
El aceite de coco tiene una gran variedad de usos, que van desde lo culinario hasta aplicaciones cosméticas. Por su parte, se considera que son diversas las propiedades del ácido láurico que lo hacen efectivo para las enfermedades. Veamos.
Conservación de alimentos
Debido a su estabilidad y al hecho de que es insoluble en agua, esta grasa saturada se agrega a productos alimenticios, ayudando a conservarlos. Sin embargo, cuando se refina pierde algunas de sus propiedades.
Usos cosméticos
Se afirma que este ácido tiene propiedades hidratantes, por lo que se le utiliza para combatir la resequedad de la piel, mejorando la función de la barrera lipídica y ayudando a combatir la xerosis.
Asimismo, es un ingrediente común en las cremas y otros productos antiage, para reducir o minimizar las huellas que deja el paso el tiempo. Según un estudio realizado en 2013, tan solo agregar un poco de aceite de coco virgen a la loción que se usa para la piel mejora la hidratación, así como la elasticidad.
Afecciones cutáneas
El aceite de coco también se usa a los fines de tratar afecciones como la psoriasis, gracias a las propiedades humectantes y antiinflamatorias que tiene. En tal sentido, ayuda a controlar los síntomas de esta patología.
Actividad antimicrobiana
De acuerdo con los resultados de diversas investigaciones, el ácido láurico ha demostrado tener capacidad para inhibir el desarrollo de organismos patógenos. Por ende, puede coadyuvar en el tratamiento y la prevención de diversas infecciones, incluyendo resfriados y gripes.
Y es que cuando lo ingerimos, se convierte en monolaurina, un compuesto con una actividad antimicrobiana de amplio espectro que elimina hasta Staphylococcus aureus en condiciones de laboratorio.
Otros beneficios
El uso de este ácido graso se ha asociado con otros beneficios. Según las investigaciones, los habitantes de la Polinesia, cuya mayor fuente de calorías son los cocos, son más longevos y saludables, presentando índices bajos de obesidad y diabetes.
Ácido láurico para el acné: ¿cómo usarlo?
Se estima que hay varios factores que contribuyen con la aparición o desarrollo del acné. Entre estos se tienen la excesiva producción de sebo, los poros obstruidos por dicha grasa, así como por células muertas, la presencia de bacterias (Cutibacterium acnes) y la inflamación.
Ahora bien, tomando en cuenta las propiedades antibacterianas y antiinflamatorias antes mencionadas, se podría usar el ácido láurico para tratar el acné de una manera eficaz. Esto lo confirman los resultados de diversas investigaciones.
Por ejemplo, en un estudio de 2009 se encontró que este ácido graso reduce tanto la inflamación como la cantidad de bacterias presentes en la piel. Asimismo, otra investigación realizada en 2016 confirmó estas propiedades.
Ahora bien, no se debe aplicar de manera directa. Lo recomendable es adquirir y usar un producto que contenga el compuesto, entre otros. En el caso de problemas de hidratación de la piel o de psoriasis, los riesgos son menores, por lo que se puede usar con mayor libertad.
Para mayor seguridad se debe consultar con un dermatólogo. Este profesional de la salud de la piel puede indicar la dosis adecuada para la persona.