Abril, la Pascua y el Espíritu Santo, por María García de Fleury
Por María García de Fleury
El día de Pascua de Resurrección no se elige al azar, se decide mediante un cálculo científico sistemático basado en el equinoccio de primavera y los ciclos lunares, cada año la Pascua cae el domingo después de la primera luna llena.
Uno de los primeros calendarios del mundo usados fue en el mundo romano y luego en la mayor parte de Europa y América y era el llamado calendario juliano, porque fue introducido por el emperador Julio César hacia el año 46 antes de Cristo. Enel año 1582 fue sustituido por el del Papa Gregorio 13 y se llamó calendario gregoriano.
Los países que cambiaron inmediatamente a este calendario gregoriano fueron principalmente a los países históricamente católicos y sus colonias de ultramar, un resultado interesante del cambio fue que en aquellos países que cambiaron el calendario gregoriano, inmediatamente los días del 5 al 14 de octubre fueron eliminados del año calendario para restablecer la discrepancia que había con el calendario juliano.
Además de ajustar los cálculos de los días de los años bisiestos y establecer el 29 de febrero como día del año bisiesto, el nuevo calendario cambió la fecha en que se reiniciaba el año y pasó a ser conocida como el día de Año Nuevo.
Con el calendario juliano el día de Año Nuevo se celebraba el primero de abril, con la introducción del calendario gregoriano se designó el primero de enero como el comienzo del nuevo año.
En la actualidad, el mes de abril está dedicado al Espíritu Santo y cae durante el tiempo pascual, que está representado por el color litúrgico blanco, el color de la luz símbolo de alegría, pureza e inocencia.
Después de la solemne conmemoración de los últimos días y la muerte de nuestro Señor se comienza el periodo litúrgico de 50 días que concluye con Pentecostés, la llegada del Espíritu Santo sobre la Virgen y los apóstoles.
La primera semana después de Resurrección se llama octava de la Pascua y todas las semanas se pasa celebrando la resurrección de Cristo y concluye con la celebración de la fiesta de la Divina Misericordia; esta ofrece la oportunidad de comenzar de nuevo como si fuéramos recién bautizados.
La misericordia de Dios se manifiesta si aceptamos su amable oferta, lo mismo ocurre con la naturaleza en abril donde comienzan a aparecer los brotes y las flores comienzan a emerger y pasamos el mes disfrutando del gozo de la resurrección con el grito Cristo ha resucitado Cristo verdaderamente ha resucitado.
La Pascua es la fiesta de las fiestas, el gozo y la alegría puro de todo cristiano, este es verdaderamente el día que hizo el Señor, de domingo a domingo, de año en año, la Pascua de Resurrección conduce a ese día bendito en el que Cristo ha prometido que vendrá nuevamente con Gloria para llevarnos con él al reino de su padre.
Aunque el camino de la resurrección fue el Vía Crucis el cordero inmolado de Dios es ahora y por siempre nuestra luz, el sumo sacerdote eterno de la Nueva Alianza y la Madre Dolorosa el Viernes Santo es ahora, la madre jubilosa reina del cielo y de la tierra.
La Pascua de Resurrección es el epicentro del tiempo, el acontecimiento que vincula el tiempo con la eternidad, de hecho es el día que hizo el Señor por eso, alegrémonos y regocijémonos con ellos, porque con ¡Dios siempre ganamos!
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