#5May | Hoy se celebra el Día Mundial del asma
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El 5 de mayo es el Día Mundial del Asma. Se trata de una jornada para concienciar sobre esta enfermedad y aumentar el conocimiento que tienen los enfermos sobre ella. Te contamos cómo se puede controlar.
Desde 1998 se celebra el Día Mundial del Asma todos los 5 de mayo. Es una jornada que tuvo su origen en la primera Reunión Mundial sobre el Asma que se llevó a cabo en España aquel año.
Anualmente, el Día Mundial del Asma es sostenido y estimulado por la Iniciativa Global para el Asma (GINA). A través de diversos lemas se propone educar sobre la enfermedad. Tanto la población general como los mismos enfermos de asma necesitan tener conocimiento de la patología.
En el mundo hay datos muy dispares sobre la prevalencia del asma. Países como Alemania registran que solo menos del 4 % de la población lo padece, pero ese valor llega a más de 25 % en Nueva Zelanda, por ejemplo. En términos generales, se acepta que alrededor de 4 cada 1 000 adultos son diagnosticados cada año en el mundo.
El Día Mundial del Asma también advierte sobre las hospitalizaciones y los requerimientos de urgencia de estos pacientes. Las crisis asmáticas pueden ser muy traumáticas, sobre todo en familias con niños que lo padecen.
La sensación de falta de aire extrema, junto al dolor al respirar que a veces acompaña, generan un cuadro dramático. A mayor conocimiento, mejor es el abordaje del problema y se reducen ansiedades evitables.
¿Qué es el asma?
El asma es, básicamente, una enfermedad inflamatoria bronquial. Las vías respiratorias bajas de los pacientes con asma se inflaman en los ataques agudos y obstruyen el paso del aire.
Del mismo modo, los músculos del aparato respiratorio también tienden a generar cerrazón, lo que dificulta aún más la espiración, es decir, la salida al exterior del aire que ingresó a los pulmones. Este estrechamiento es el que desata los síntomas.
Los pacientes asmáticos padecen falta de aire que es variable de acuerdo a la intensidad del ataque. En crisis muy agudas, la sensación de ahogo es extrema.
Junto a la falta de aire, pueden oírse sibilancias. La sibilancia es un sonido como un pitido que se desprende de los bronquios al pasar el aire a presión por ellos. El estrechamiento genera la sibilancia, la cual puede oírse sin necesidad de un estetoscopio cuando el ataque asmático es grave.
La tos es variable; a veces está presente y otras veces no. Suele ser una tos seca, sin producción de flema, ya que cuando las flemas están presentes advierten sobre un proceso infeccioso.
Controlar el asma
La difusión de información en el Día Mundial del Asma pretende que los pacientes aprendan a manejar sus crisis asmáticas. Del mismo modo, se trata de que tomen las precauciones necesarias para que la crisis no se desate.
Uno de los principios para el control es evitar los alérgenos. Se trata de las sustancias que el asmático sabe que desatarán una crisis en él. Puede ser el polen, el polvillo, los espacios cerrados con humedad o el frío. Cada asmático aprende, poco a poco, a identificar las situaciones que lo empeoran.
Otra buena medida es la ejercitación respiratoria. Así como si se tratase de un deporte, conviene que los músculos torácicos aprendan a regular sus movimientos. Todos los días, el paciente asmático debería practicar su respiración.
También el deporte para todo el cuerpo es recomendable. Los asmáticos pueden realizar ejercicio, y deberían hacerlo como parte de sus rutinas. Solo deben tomar las medidas de precaución que su médico les indique y tratar de mantener una rutina deportiva que ayude a su respiración.
Otro aprendizaje fundamental es el que se refiere a la medicación. Además de las dosis y del nombre de los fármacos, el paciente tiene que conocer los posibles efectos adversos y el orden de uso. En el caso de los inhaladores, es clave aprender la técnica correcta.
Los niños en el Día Mundial del Asma
La educación sobre la enfermedad, en estos casos, es para el niño y para los padres. Todas las medidas que enunciamos previamente, en el apartado anterior, deben adaptarse a la vida de los pequeños con asma.
El rol del pediatra es muy importante, también. La familia deposita en él una confianza muy alta, ya que será el receptor de las dudas y las preocupaciones. Tiene la obligación de educar a los adultos para que actúen con tranquilidad en las crisis, y para que ayuden al enfermo a desarrollarse de la mejor manera posible.
Día Mundial del Asma: saber es poder
Para el paciente asmático, tener conocimiento sobre su enfermedad es una fuente de poder. Así, podrá controlar las crisis, mejorar su desenvolvimiento en la sociedad e intentar una vida lo más normal posible. Tendrá que tener algunos recaudos, pero esos mismos le asegurarán un desarrollo vital pleno.