31 de Octubre, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
El final de octubre se viste de coloridas manifestaciones en negro y anaranjado junto con decoraciones muy siniestras, empezó con celebraciones que giraban en torno a la cosecha y el final del verano junto con la llegada de un invierno largo y oscuro asociado a la muerte.
Desde adivinación, rituales paganos, brujería, hechizos mágicos hasta adorar a los muertos, vestirse de brujas o demonios y sacrificar animales, esta fiesta llamada halloween, que están muy lejos de las verdaderas enseñanzas de Cristo y de una vida cristiana sana.
Algunos de los rituales adjuntos a halloween incluyen personas que hacen magia con espejos o hechizos para determinar sucesos futuros.
Un cristiano devoto y fiel a Dios no solo debe poner su fe y confianza en el señor para los sucesos futuros, sino que la adivinación, la brujería, la idolatría y la adoración a otras deidades están prohibidas desde los primeros tiempos como lo dice la biblia.
Se pudiera pensar que disfrazarse en halloween y hacer fiesta es una diversión inocente, pero usar máscaras y disfraces malvados abre el alma de la persona a la posesión e influencia de agentes del mal. Disfrazarse de demonios, fantasmas o brujas, atrae a los espíritus malignos; incluso si piensas que es lindo vestir a tu hijo o hijo pequeño con un disfraz cualquiera de princesa, hada o superhéroe, ellos van a seguir mezclándose con otros niños cuyos padres no fueron tan cuidadosos.
Pensar en gatos negros, esqueletos danzantes, en unión con los muertos o vistiéndose de zombies para asustar a la gente puede parecer divertido pero el placer de asustar a otra persona, especialmente a un niño, es infligir dolor, miedo e incluso terror con otras personas, la pregunta es ¿Aprobaría Dios infundir miedo en otros y obedecer supersticiones?, o más bien Jesús quiere que confiemos en él.
Por qué le vamos a llenar la cabeza a los niños y a las personas en general con tinieblas, con imágenes aterradoras en lugar de llenar sus cabezas con pensamientos sobre el amor, la solidaridad, la bondad, la luz.
Cada año se gastan millones de dólares en comida, dulces, decoraciones, disfraces y fiesta de Halloween. Jesús enseñó que vivir una vida piadosa, sencilla, sin excesos ni codicia es un camino seguro hacia el reino de Dios. ¿Qué pensaría Jesús si viera a sus seguidores engañando a las personas, asustándolos, provocándoles miedo?
El hecho es que el verdadero significado de halloween está plagado de tinieblas y su historia va en contra de las enseñanzas de Cristo; es importante saber que incluso los festivales de Halloween más inocentes tienen elementos malignos donde abunda la muerte y la superstición. Busca más bien celebrar el día de todos los santos el primero de noviembre, disfrazando a los niños de su santo patrono o de algún santo cuyo ejemplo te gustaría imitar o que tus hijos imiten.
Festeja con dulces, música, alegría la fiesta de todos los santos, que son quienes vivieron una vida agradable a Dios y hoy están a su lado, festéjalo y verás cómo te sientes con el alma llena de felicidad, porque están celebrando a quienes ya están junto a Dios y con Dios ¡siempre ganamos!