#30Oct | «Entendamos de que se trata», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Halloween es una festividad que año tras año se ha ido convirtiendo cada vez más en una fiesta que glorifica el mal. Los adornos, los disfraces, las películas deliberadamente glorifican el mal e infunden miedo en las personas, e incluso hay quienes fingen tener poderes especiales e incursionan en la magia y en la brujería pensando que es solo por entretenimiento o por diversión, pero en el libro del Deuteronomio, en el capítulo 18, se habla de no tratar de consultar a los espíritus de los muertos, de no consultar a quienes incursionan en la magia, en la brujería y cosas por el estilo, porque es una violación de un mandamiento que está anteponiendo otras cosas a su relación con Dios.
En el año 2014 la Asociación Internacional de Exorcistas, que fue reconocida oficialmente por el Vaticano dijo que querían ver Halloween prohibido debido a un aumento en la actividad oculta alrededor de esta festividad. Hay quienes piensan que Halloween es un simple carnaval, pero de hecho no tiene nada de inocente ni divertido, porque es la antesala de algo mucho más peligroso, cada año hay más rituales malvados, sacrificios humanos, sacrificios de animales, profanaciones de cementerios, robos de huesos sagrados, y todo en la época del 31 de octubre.
Para las sectas esta es la mejor época del año para reclutar nuevos miembros; desde aquí consciente o inconscientemente se le abre la puerta al diablo, al mal, a lo oscuro, por esta razón es necesario que no minimicemos el peligro, las referencias demoniacas implícitas o explicitas a veces parecen un entretenimiento inofensivo, pero esconden riesgos muy reales.
Como todas las acciones satánicas se presentan como algo bello, inocuo, incluso deseable o útil, Halloween es una de esas fiestas que exaltando lo pagano, vincula a una devoción con los espíritus, y cuando se habla de espíritus y de energía, entramos en una lógica mágico esotérica que oculta y abre la puerta al demonio a lo oculto, pero también hay realidades menos obvias que conducen al esoterismo, como películas de terror, películas de magia.
Halloween empuja a las nuevas generaciones hacia una mentalidad de magia esotérica y ataca los valores sagrados y espirituales a través de una tortuosa al arte y las imágenes de lo oculto. Para contrarrestar esto, la iglesia católica ha lanzado el «Holywins», una celebración anti Halloween, así mientras hay gente que está impregnada de zombies, horror, violencia y muerte, los católicos ponemos en nuestra puerta o ventana una luz o una imagen que evoca a los santos.
Nuestros niños y jóvenes se disfrazan de algún santo de su preferencia y van narrando la historia de ese santo o de esa santa en busca de caramelos, celebrando la victoria del bien sobre el mal, de la vida sobre la muerte, se incluyen misas, vigilias de oración, y adoración a Dios conscientes de que ¡Dios es el todopoderoso y por eso con Dios siempre ganamos!
