#30Nov | San Andrés apóstol, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
San Andrés junto con Juan eran discípulos de Juan Bautista, estaban formados de su escuela espiritual, sabían de la predicación sobre la conversión y el arrepentimiento de los pecados, de la penitencia como signo de cambio de vida, y de la espera del mesías que iba a venir. Un día, cuando Jesús pasaba Juan el bautista le dijo: “Allá va el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, de inmediato Andrés se levantó y fue donde Jesús dispuesto a seguirlo, y el Señor le preguntó: “qué buscas?, sin saber que decir ni qué preguntar Andrés sólo dijo: “Maestro dónde vives?, y Jesús le respondió: “Ven y verás”.
Andrés regresó a su casa tan impresionado y conmovido con lo vivido que le contó a su hermano Simón que había encontrado al mesías, a ese que tanto esperaban. Al día siguiente el Señor se encontró con ellos en la orilla del lago y los llamó para que fueran sus discípulos diciéndoles: “vengan y los haré pescadores de hombres”, ellos dejaron las redes y las barcas y lo siguieron.
San Andrés fue el primer apóstol elegido por Jesús, también hermano del primer Papa de la historia de la iglesia, pues a Simón Jesús le cambió el nombre por Pedro. Jesús, en el relato que hoy conocemos como la multiplicación de los panes y los peces estaba inquieto por tener que atender a todos aquellos que le siguieron y escucharon durante ese día. San Andrés fue quien le hizo saber al señor que había un muchacho con unos panes y unos peces que estaba dispuesto a dárselos a Jesús para que obrara el milagro.
San Andrés enseña que no sólo se trata de tener buenas ideas, sino de ejecutarlas y colaborar con la misión de Jesús. Servir como San Andrés es ser creativo y atento, se trata de abrir posibilidades de servicio a otros, como el niño quien sin quererlo terminó convertido en uno de los protagonistas de uno de los milagros más bellos del evangelio, la multiplicación de los panes y los peces.
Unos días antes de la muerte de nuestro señor, algunos griegos le preguntaron a Felipe si ellos podían ver a Jesús. Felipe le refirió el asunto a Andrés como a quien tiene gran autoridad y luego ambos fueron y se lo anunciaron a Jesús. El día de pentecostés San Andrés recibió junto con la virgen María y los demás apóstoles al espíritu santo en formas de lengua de fuego, y de allí salió a evangelizar. Su tarea evangelizadora fue reconocida en Asia menor y en algunas regiones de lo que hoy conocemos como Rusia, lugares en los que fundó comunidades, dejó una herencia espiritual reconocida hasta nuestros días, tanto así que fue declarado patrono de Rusia y de Escocia.
Fue crucificado en una cruz en forma de equis durante el reinado de Nerón el 30 de septiembre del año 60 después de Cristo. San Andrés enseña a que seamos evangelizadores animados y entusiastas, conscientes de que nuestra amistad y nuestra relación con Dios es una experiencia especial pues se trata de habernos encontrado con el mesías, que es el que le da sentido a nuestra vida, por eso es importante compartirlo con todo el que se pueda, porque él es Dios y con Dios ¡siempre ganamos!
