#28 Dic | Día de los Santos Inocentes, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

En esta fiesta de los Santos Inocentes recordamos al Rey Herodes, un hombre muy apegado al poder sin importarle los demás. La maldad, el demonio, le sugirió a Herodes que el Rey de los judíos que acababa de nacer, era una amenaza para su reinado, que tenía que hacer todo lo posible para detenerlo, incluido matar para proteger su poder. Herodes cayó en esta idea diabólica y la llevó a cabo.

La táctica del demonio es presionar el botón de lo que consideramos en el momento lo más importante de nuestra vida y en este caso para Herodes lo más importante era el poder. En general la táctica del diablo es presionar tres botones; estos tres botones se refieren a las tres concupiscencias o deseos de bienes materiales de forma desordenada, que son el poder, el placer y la posesión. Estos tres se reducen a uno: placer.

En el caso de Herodes preguntamos, ¿Por qué estaba tan apegado al poder?, sencillamente porque le agradaba. Por eso, tenemos que ser cautelosos con las cosas a las cuales estamos atraídos y tenemos que saber discernir lo que es objetivamente verdadero y lo que es subjetivamente agradable. Cuando Jesús dijo: “El que quiera seguirme cargue con su cruz, estaba invitando a que hagamos lo que a él le agrada objetivamente, lo que le agrada objetivamente a Dios, aunque no sea lo que más queramos nosotros.

A Dios le agrada objetivamente ver nacer a los bebés. Los bebés no nacidos que son ejecutados por medio del aborto, son bebés inocentes, no le han hecho ningún mal a nadie, aunque a alguna persona pueda agradarle y parecerle bien, esto es totalmente opuesto a lo que desea Dios, y frente a una violación tengamos presente que tampoco el aborto es válido, pues ese niño que se está formando tiene 23 cromosomas que son de la madre, y luego, la educación es suya, es mucho más suyo, y la voluntad de Dios fue permitir que ese bebé se formara, alguna razón habrá tenido Dios para querer que ese niño viva, por eso tenemos que acabar con el aborto.

Jesús cuando nació, era uno de estos inocentes. De manera particular volvemos desde la fiesta de los Santos Inocentes a la celebración de la natividad porque nuestro señor fue blanco del odio hacia él, Herodes estaba buscando a Jesús y con la esperanza de encontrarlo, mató a muchos niños inocentes, nuestro Señor pudo haber sido uno de esos cadáveres en esa masacre de inocentes, allí comenzó el sufrimiento de nuestro Señor.

Pero empezó con nosotros, porque la iglesia no existía y ya teníamos mártires bautizados con Sangre, como hijos de Dios que profetizaban su nombre, niños que no tuvieron la oportunidad de ir al pesebre para adorar al niño Jesús, y sin embargo, ya dieron la vida por él.

Hoy alabamos el misterio del sufrimiento de nuestro Señor y el misterio que Dios invirtió en Navidad, es por eso que cuando las mujeres y las niñas se ven obligadas a abortar, y a unir a sus bebés al número de víctimas de ese holocausto, de esa masacre, la culpa y el recuerdo de su aborto siempre estarán con ellas a lo largo de toda su vida. Oremos a Dios para que tenga misericordia sobre estas mujeres.

El aborto es un método diabólico de eliminar a los niños, es un elogio a la cultura de la muerte y a la máquina de control y poder sobre los seres humanos que unas pocas personas pretenden ejercer sobre la gente. Usan una vez más las tres concupiscencias, los tres botones del diablo que todo lo destruyen: el poder, el placer y las posesiones.

Los enemigos de la vida quisieran tenernos en sus manos, pero realmente estamos para defender la vida en todas sus formas pues ese es el designio de Dios sobre los seres humanos. La verdad y la felicidad la encontramos cuando seguimos los designios de Dios, cuando estamos en las manos del Dios de la vida porque la historia ha demostrado que con Dios ¡siempre ganamos!