#21Oct | «Úrsula, la princesa valiente por su fe», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
La iglesia celebra el 21 de octubre a Santa Úrsula y sus compañeras mártires, una historia o leyenda que data del siglo V, donde se narra que la hija de los reyes de Bretaña llamada Úrsula, era una cristiana muy devota cuya belleza era legendaria.
El Rey de Inglaterra pidió la mano de Úrsula para casarla con uno de sus hijos que no era cristiano y amenazó con ir a la guerra si la respuesta llegaba a ser negativa, el problema era que Úrsula en secreto, había ofrecido su virginidad a Dios, pero aceptó la propuesta para no provocar un conflicto entre las dinastías. A cambio, pidió que su futuro esposo se bautizara y se convirtiera al cristianismo y que le fuera dado un tiempo para viajar por barco hasta Roma con 10 amigas.
Estamos más o menos en el año 451, y en el momento en el que ellas regresaban de su viaje se detuvieron en el Puerto de Colonia, Alemania y allí se encontraron con que el Rey de los Hunos, llamado Atila, había tomado la ciudad, que era una ciudad cristiana muy floreciente. Cuando Úrsula, sus compañeros y su comitiva cayeron en manos de los bárbaros Hunos, Atila, de quien se decía que por donde pisaba su caballo no volvería a crecer la hierba, quiso casarse con la bella Úrsula.
Las otras jóvenes se las entregaría a sus soldados para que hicieran lo que quisieran con ellas. Todas las jóvenes se negaron, prefirieron la muerte a serles infieles a Dios, rompiendo la promesa de virginidad. Atila, enfurecido las mando a matar de la manera más dura posible, todas muertas a flechazo, Úrsula con una flecha en el corazón.
Durante toda la edad media corría de un pueblo a otro un romance, es decir, un poema característico de la tradición oral en el que contaba la historia de estas mártires y este poema tenía un éxito increíble, por eso en el siglo XIII, la Universidad de la Sorbona en París, Francia, por el ejemplo de valentía, fidelidad al compromiso personal siendo tan joven, adoptaron a Úrsula como patrona de la universidad. Lo mismo ocurrió en las universidades de Coímbra en Portugal, y de Viena en Austria. Todos ellos consideraron que Úrsula debía ser la patrona de la universidad.
Santa Úrsula fue declarada patrona de los jóvenes y de los colegiales, Santa Ángela de Merici también la tomó como patrona para la congregación que fundó: “Las Ursulinas”, la cual fue la primera orden de mujeres dedicadas a la enseñanza.
La historia, que a ciencia cierta no se sabe si es real o no, tiene muchas variantes como es habitual en esos relatos y según quien la cuenta añadirá más o menos matices, tal vez muy pocos sean verdad, pero debemos quedarnos con el grueso de la historia dejando de lado los detalles. Lo que debe permanecer en nosotros es el recuerdo, que nuestra fe está construida sobre martirios auténticos, aunque no conozcamos de ellos sino los retazos que pudieron fijarse en una inscripción o en un pergamino borroso.
Úrsula y sus compañeras murieron mártires por defender su virginidad y ser fieles a la palabra dada a Dios. Más de 1500 años después las seguimos recordando porque ellas al igual que nosotros sabemos que ¡con Dios siempre ganamos!
