2017: trampolín definitivo de Neymar hacia el Balón de Oro
AS
Por si a alguien le quedara alguna duda, 2017 está siendo el despegue definitivo de Neymar en el Barcelona. El delantero brasileño no comenzó bien la temporada pero parece haberse reservado para estar en su mejor momento en el tramo decisivo, en el que se ha echado a los de Luis Enrique a la espalda en números y, sobre todo, en influencia en el juego.
Desde que dio comienzo el año 2017, Neymar acumula números de crack pero lo más importante es el peso en el equipo blaugrana que ha adquirido, apareciendo en momentos clave. A todo el mundo se le viene a la cabeza su actuación estelar en el partido más importante que han tenido en Can Barça hasta el momento, la remontada frente al PSG, haciendo posible soñar al equipo con un golazo de falta y asumiendo la responsabilidad de poner el último balón con un centro con precisión de cirujano para que Sergi Roberto completara la épica. Pero ni mucho menos ha sido el único.
El ‘11’ culé acumula 11 goles y 10 asistencias desde que dio comienzo este año (5 goles y 5 asistencias en la Liga, 2 tantos y dos pases de gol en la Copa del Rey, y otros dos goles y dos asistencias en Champions, ante los de Unai Emery, a lo que hay que sumar los dos goles y un pase de gol logrados en esta doble fecha de Eliminatorias con las selección brasileña, en donde es dueño y señor del equipo).
Las cifras le hacen ya codearse con los dos jugadores que han dominado el fútbol la última década, Messi y Cristiano, con números ligeramente inferiores en cuanto a goles (18 del argentino y 13 del portugués en 2017) pero superiores en cuanto a asistencias (6 del rosarino y 5 del de Madeira).
La prueba del estado actual de Neymar fue en Granada. Con Messi ausente por lesión, el brasileño lideró al equipo de principio a fin. Sus arrancadas desde la banda derecha hacia el centro y la facilidad para sortear rivales y asociarse con sus compañeros hicieron olvidar que ‘La Pulga’ no estaba en el campo. Y eso es mucho decir. Neymar, además, llegó a los 100 goles con los culés en 177 partidos, once menos de los que necesitó Messi que, eso sí, debutó con sólo 17 años.