#19Oct | Día Mundial del Cáncer de Mama
EFE
Latinoamérica sigue en deuda en la lucha contra el cáncer de mama debido a la falta de un diagnóstico y tratamiento oportunos, la poca educación de las pacientes, los altos costos de una mastografía y la baja inversión en salud, dijo a Efe el doctor Carlos Domínguez.
«Desafortunadamente seguimos teniendo muchas muertes por esta enfermedad y en los últimos 15 años, debido a estos factores, la tasa de mortalidad no se ha podido reducir», explicó Domínguez, director general médico de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam).
En el marco del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se celebra este viernes 19 de octubre, Domínguez atribuyó el incremento en la incidencia de cáncer al crecimiento de la población y a que actualmente la gente está viviendo más, «pues a mayor edad aumenta riesgo de cáncer».
Además, señaló, la alimentación que se ha occidentalizado con productos ultraprocesados, comida rápida y una dieta carente de verduras ha influido, además del consumo de alcohol y el tabaquismo.
El especialista dijo que en México este padecimiento es la mayor causa de muerte por tumores malignos de mujeres mayores de 25 años y la primera causa de muerte oncológica en mujeres.
También señaló que uno de los principales problemas que evitan que se reduzcan las cifras es la falta de diagnóstico oportuno.
«En países europeos se ha demostrado que si se tiene cobertura de 70 % de población se puede disminuir en 30 % mortalidad de cáncer de mama y es algo que en Latinoamérica no hemos podido hacer», aseveró el especialista.
«No sabemos a qué pacientes les va a dar cáncer de mama, no hay forma de evitar la enfermedad, pero se puede tratar si se detecta oportunamente y las pacientes pueden tener una sobrevida de entre el 98 y el 100 %», aseveró.
En Latinoamérica, sin embargo, la sobrevida por esta enfermedad alcanza apenas el 60 %.
Esto, dijo, responde a diversos factores, entre los que se encuentra la economía, «pues es una de las regiones en donde menos se invierte en salud».
De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que 30 % de la población en América Latina no tiene acceso a atención de salud debido a razones económicas y que 21 % renuncia a buscar atención debido a las barreras geográficas.
El especialista explicó que la mejor manera de realizar una detección oportuna es mediante una mastografía; sin embargo, aunado al alto costo de los mastógrafos, en la región hace falta personal especializado para poder interpretar los resultados y la infraestructura para atender a las pacientes diagnosticadas.
Del mismo modo, Domínguez señaló que hace falta educación en las pacientes para empoderarse sobre su salud. «Necesitamos que vaya la mujer a partir de los 40 años anualmente a la mastografía, pero hay quienes llegan a los 45 sin hacerse una», expuso.
También, argumentó, muchas mujeres no regresan al médico para tener una interpretación, o a veces cuando se las hacen, el personal de salud no las interpreta adecuadamente, lo que retrasa el diagnóstico y el inicio del tratamiento.
El especialista dijo que en Fucam buscan promover la detección oportuna y tan solo en 2017 se diagnosticaron 1.264 pacientes de primera vez, y se dieron más de 9.000 tratamientos de radioterapia, más de 1.700 cirugías y 77.000 consultas.
«Pero lo que nos hace exitosos es que cerramos el ciclo desde detección a cuidados paliativos, personalizamos el tratamiento, damos seguimiento y con ello queremos ayudar a mejorar las cifras de esta enfermedad», aseveró.
Esto, dijo, ayuda a las mujeres en situaciones más vulnerables pues los costos por esta enfermedad pueden ascender hasta un millón de pesos (52.900 dólares) anuales por paciente.
Finalmente, aseguró que las mujeres pueden disminuir la incidencia de esta enfermedad si se lleva una vida sana y buena alimentación.
Además, dijo, es importante conocer los factores de riesgo como no tener un hijo a término antes de los 30 años, haber empezado a reglar antes de 11 años y dejar de hacerlo después de los 50, ingerir hormonas en la menopausia y tener familiares con cáncer de mama.
«Lo ideal es que si se tiene alguno de estos factores se haga la mastografía a partir de los 40 años y de forma anual, ya que esta enfermedad puede presentar cambios de un año a otro», finalizó.