#14Ene | La Divina Pastora, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
La historia de la Divina Pastora comienza en Sevilla, España, cuando el sacerdote Isidoro de Sevilla, después de sus meditaciones sobre Jesús el buen pastor vio en sueños una imagen de la madre de Jesús como la buena pastora. Cuando se despertó le pidió al artista Miguel Alonso Tovar que le pintara un cuadro de la virgen con un manto azul, un sombrero de pastor, sosteniendo en su mano izquierda al niño Jesús y apoyando la derecha sobre un bastón y con un cordero. Al culminarlo, la bautizaron como la Divina Pastora de Almas.
Años después el escultor Francisco Antonio Gijón, decidió esculpirla, y para el año 1705, se llevó a cabo la primera procesión de la Divina Pastora en España.
La historia comenzó en Venezuela en 1736 con los frailes capuchinos en el estado Lara. El párroco Capuchino de la iglesia Santa Rosa le encargó a un escultor la imagen de la Inmaculada Concepción y sorpresivamente llego la escultura de la Divina Pastora, quiso devolverla a España, pero fue imposible porque la escultura se hizo excesivamente pesada, no la podían levantar, decidieron entonces dejarla y la población dedujo que eso indicaba que la virgen quería quedarse en el pueblo.
Durante los sucesos del terremoto en 1812 el templo donde se veneraba la Divina Pastora fue destruido totalmente, pero la imagen quedo milagrosamente intacta, eso hizo que se reforzara la creencia de los fieles.
En 1855 ocurrió un milagro que consolidó a la Divina Pastora como la patrona sentimental del estado Lara, ese año se propagó una epidemia de cólera en todo el país, cientos de personas sufrieron las consecuencias de la enfermedad, las victimas desesperadas le pedían a la Divina Pastora que los salvara. Cuando se complicó la situación, un sacerdote de la iglesia La Concepción, llamado José Macario Yépez, celebró una misa y en la homilía emocionado y con voz fuerte le pidió a la virgen que acabara con el virus y que fuera él la última persona en sufrir la enfermedad. Muchos dicen que ese mismo día el padre Macario Yépez murió, y la enfermedad abandonó la ciudad.
En memoria de este milagro todos los 14 de enero la Divina Pastora recorre las calles de Barquisimeto saliendo desde la Iglesia de Santa Rosa y realizando paradas en varios sitios emblemáticos hasta llegar a la catedral de Barquisimeto.
En 1892 en el lugar de Mocotí, el General Ferrer se enfrentó a las tropas realistas y cuando estaba a punto de perder imploró la ayuda de la Divina Pastora; pocos minutos después, los soldados de los dos ejércitos vieron pasearse en el cielo a la Divina Pastora, asombrado el ejército enemigo detuvo el ataque y se retiraron. Los patriotas ante el hecho milagroso que acababan de presenciar se pusieron de rodillas alabando a la madre de Dios, mandaron a celebrar una misa cantada en su honor y todo el ejército asistió a esa misa vestidos de gala junto con el pueblo.
Amigos, no hay fe cristiana sin antes o después encontrarse con la virgen, en Venezuela la presencia de la virgen forma parte de la raíz principal de la venezolanidad, mientras mantengamos en alto la devoción a la virgen y la adoración a la eucaristía, estaremos en el camino de la verdad, la unidad, la paz y el entendimiento, porque la verdad es Dios y con Dios ¡siempre ganamos!