#13Oct | «San Eduardo, Rey de Inglaterra», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
El 13 de octubre se celebra la fiesta de San Eduardo Rey, famoso por su generosidad, piedad, amabilidad, religiosidad y justicia. No murió como mártir, pero su vida proclamo su fe.
Nació en Islip, Oxfordshire alrededor del año 1003 y era hijo del Rey Sajón Ethereldo II, quien mantenía su trono a fuerza de espada imponiendo fuertes impuestos a la gente y atemorizándolos a todos.
Eduardo pasó su juventud en la abadía de Ely, una de las más influyentes de la época y desde joven se dedicó a practicar las virtudes contrarias a los vicios que veía y conocía. Tenía un carácter reflexivo, silencioso, era humilde y se rodeaba de hombres sabios de quienes aprendió mucho. En el año 1013, el Rey de Dinamarca tomó el trono inglés y comenzaron una serie de luchas internas en Inglaterra hasta que en 1042 Eduardo asumió el trono. Tenía en ese entonces 40 años.
El Rey Eduardo consagró todos sus esfuerzos a realizar el ideal del príncipe cristiano, que es conservar la paz, propagar la religión, devolver su vigor a las antiguas leyes y disminuir las cargas del pueblo logrando la prosperidad de todos.
Uno de los actos más populares de su reinado fue la eliminación del impuesto para el ejercito; los impuestos que habían sido recaudados de casa en casa fueron repartidos entre los pobres, y él vivió con los ingresos de sus propiedades reales en lugar de cobrar impuestos.
El Rey Eduardo escuchaba las quejas y administraba justicia de una manera muy justa, incluso comenzó la costumbre real de imponer las manos a las personas y las curaba; esta tradición continuó durante casi 700 años. Por las imposiciones de los que lo estaban rodeando, Eduardo accedió a casarse en un matrimonio político con Edith, la hija del conde Godwino, siempre que ella aceptara que la tenia voto de castidad asumido desde su juventud. Ella aceptó.
Mientras vivía en Normandia, Eduardo había prometido hacer una peregrinación a la tumba de San Pedro en Roma, si recuperaba su reino, sin embargo, dejar atrás Inglaterra durante ese periodo de tiempo, habría desestabilizado el país. Habló con el Papa y el Papa le solicitó que construyera un convento para monjes y una iglesia por eso, reconstruyó y amplio la abadía de Westmisnter, que luego se convirtió en el panteón de los reyes y los grandes hombres de Inglatera.
La corona del Rey Eduardo ha sido utilizada tradicionalmente para coronar a los monarcas ingleses y británicos en sus coronaciones desde el siglo XIII. San Eduardo se hizo célebre por sus leyes, su código legal se hizo común en toda Inglaterra bajo el nombre de las leyes de Eduardo, procuró vivir en la más completa armonía con las cámaras legislativas que él dividió en dos; la cámara de los lores y la cámara de comunes.
El reinado de 24 años de San Eduardo se conoce hasta el día de hoy como unos de los mejores y más felices conocidos por Inglaterra. La reputación de Eduardo de Curar a los enfermos continuó después de su muerte en 1066.
En 1161 fue canonizado y trasladado a la abadía de Westminster un 13 de octubre, fecha en que se celebra actualmente su fiesta, ese lugar se convirtió en centro de peregrinación durante varios siglos y san Eduardo se convirtió en Santo patrón de Inglaterra hasta 1415 porque su gobierno había sido justo, en paz, prosperidad, buscando siempre el bien de su pueblo porque él sabía que con Dios siempre ganamos.