#6Nov | «Frente a la realidad que estamos viviendo», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Por una serie de días vamos a estar viviendo la incertidumbre de quién ganó las elecciones en los estados unidos, elecciones que afectan al mundo entero. Es una incertidumbre que se convierte en angustia pues estamos frente a quienes quieren negar el derecho a la vida, impulsando los abortos, la eutanasia, la pederastia, quienes buscan eliminar las cruces y los símbolos cristianos de los lugares públicos, quienes animan la cultura de la muerte, frente a aquellos otros que defienden la vida, defienden la instalación de las cruces, los símbolos religiosos, de defienden la enseñanza religiosa en las escuelas, pero no es solamente el panorama de Estados Unidos, es el panorama mundial.
Estamos en tiempos en donde el catolicismo es perseguido abiertamente, y si bien el siglo XX fue el siglo del mayor martirio a nivel histórico mundial, este siglo XXI está viendo grandes persecuciones y la gran pregunta es qué podemos hacer los católicos normales y corrientes ante todo esto, no basta con llamar al hombre y a la mujer al diálogo con Dios, es necesaria la oración, esto es algo muy importante, pero al mismo tiempo estamos llamados a integrar la fe con la vida, por eso ante la conclusión estamos llamados a responder humildemente con la certeza de nuestra fe.
Ante la división estamos llamados a ser radicalmente caritativos, ante la injusticia, estamos llamados a ser valientes promotores de la esperanza, para solucionar los problemas se necesita confiar en Dios, ver en las otras personas a cristo, vivir los principios y los valores permanentes del ser humano.
Recordemos que una persona hace la diferencia, así como la sinfonía necesita de cada nota, el libro necesita cada palabra, la casa necesita cada ladrillo, el mar necesita cada gota de agua, el mundo y cristo necesitan de ti y de mí. Eres único, irrepetible, irremplazable, y lo que tu estas llamado a hacer, nadie lo puede hacer igual a ti. Tenemos dos opciones: mirar cómo pasan las cosas como simples espectadores o hacer que las cosas pasen gestionando de modo proactivo. Nuestro mejor servicio siempre será la formación de la conciencia, una conciencia que permita desenmascarar las intrigas del mal, porque la violencia nace en el corazón del hombre, las ideas mueven al mundo.
Vivir como cristianos de verdad es ser constructores de paz y para eso además de formar conciencia, estamos llamados a ser promotores del desarrollo humano integral, solidario y fraterno, para construir un futuro es necesario enfocarnos en los seres humanos, y esto implica aprender a vivir las enseñanzas que dejó Jesucristo, aprender a poner en práctica los valores permanentes de la doctrina social de la iglesia, que son la verdad, la libertad, la justicia, el amor.
Amigos, sin importar lo que otros piensen o digan, a ti y a mí lo que de verdad debe interesarnos es lo que Dios nos pide, porque él te creo, él es el rey del universo y ¡con Dios siempre ganamos!