#04Nov | «San Carlos Borromeo», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Carlos Borromeo nació en el norte de Italia en el año 1538, perteneció a una familia importante y rica y estudió derecho civil y derecho canónico, su tío era el Papa Pío IV y lo llamó a Roma para ser secretario de Estado en el Vaticano pues siempre tenía una opinión clara y precisa y su actitud fue siempre firme y muy constante en la ejecución de sus proyectos. Tuvo un papel importante en convencer al Papa para que continuara el concilio de Trento, porque buscaba acabar con la corrupción de la iglesia del siglo XVI que estaba asediada por el protestantismo.
Hacia 1563, Carlos Borromeo comenzó y supervisó la escritura de una nueva edición del catecismo, reescribió los textos litúrgicos, la música, y comenzó a aplicar las reformas clericales en Roma. El Papa Pío IV lo nombró Arzobispo de Milán, la arquidiócesis más grande de Italia, pero allí encontró que tanto el clero como los fieles se habían desviado de las enseñanzas de la iglesia, porque el problema era que la ciudad no había tenido obispos residentes en los últimos 80 años. Entonces para comenzar a ser un buen ejemplo, monseñor Carlos Borromeo redujo al mínimo su personal doméstico, prohibió aceptar regalos, y vendió algunas de sus propiedades para ayudar a alimentar a los pobres, comenzó a predicar en iglesias y en monasterios, corrigió a los laicos reduciendo las diversiones del domingo y exigiendo a todos los maestros que debían profesar la fe.
Viajó por toda su gran arquidiócesis hasta los lugares más remotos para visitar a los sacerdotes, no todos estuvieron siempre de acuerdo con que pusiera orden en la arquidiócesis y muchos desafiaron sus nuevas políticas, incluso su vida corrió grave peligro cuando la orden religiosa de los Humiliatis, que poseía muchos monasterios, tierras y miembros de estados corrompidos, intentaron desprestigiarlo frente al Papa. Como no lo consiguieron, uno de ellos por 20 monedas le disparó cuando se encontraba rezando en la capilla de su casa, pero la bala sólo tocó la ropa.
Monseñor Carlos Borromeo estaba muy interesado en la educación religiosa, estableció las cofradías de la doctrina cristiana para enseñar religión a los niños, la organización creció sorprendentemente y por su trabajo en la formación de sacerdotes se le conoce como el más activo e innovador del seminario católico.
El Arzobizpo Monseñor Carlos Borromeo en general mostraba su lado amable y por eso el pueblo lo amaba. Durante una plaga que hubo en 1576 permaneció en la ciudad al cuidado de los enfermos, ordenó que muchos de los adornos ostentosos de las iglesias se usaran para confeccionarles ropa a los indigentes, durante una hambruna se endeudó para alimentar a más de 60 mil personas, en tiempos ordinarios le gustaba recorrer las ciudades rezando con el pueblo, fundó hospitales, escuelas, orfanatos y otras instituciones de caridad.
Fue un enérgico reformista, que siempre interpretó de la forma más austera y estricta posible los decretos del concilio de Trento. Monseñor Carlos Borromeo fue un instrumento en la revitalización de la iglesia durante la contrarreforma, llegó a ser Cardenal y es patrono de los catequistas. Murió en 1584, a la edad de 46 años cansado de sus trabajos, pero confiado de que ¡con Dios siempre ganamos!
