Aumentará la presión económica sobre Rusia por la crisis en Ucrania - 800Noticias
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Estados Unidos anunciará la semana próxima una nueva lista de empresarios y políticos rusos sujetos a sanciones, con el objetivo de incrementar la presión económica sobre Moscú por la crisis ucrania, pese a los recelos en Europa por las consecuencias de un mayor aislamiento de Rusia.

La Casa Blanca anunció hoy que la nueva ronda de sanciones se anunciará «a comienzos de la semana próxima», después de haber conseguido un acuerdo en el seno del G7 (EE.UU., Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón) para coordinar las acciones conjuntas contra la actitud de Rusia.

El presidente estadounidense, Barack Obama, que se encuentra en plena gira asiática mantuvo ayer conversaciones con el presidente francés, François Hollande; la canciller alemana, Ángela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, para acelerar el anuncio de nuevas sanciones.

Según indicó el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, a comienzos de la semana próxima, probablemente el lunes, Washington anunciará su lista de miembros de la elite política y económica rusa que quedan sujetos a la congelación de sus bienes bajo jurisdicción estadounidense.

«Vamos a enfocarnos en el tipo de sanciones que hemos impuesto en el pasado que tienen como objetivo individuos con activos importantes en la economía rusa e influencia dentro del liderazgo ruso», explicó Rhodes.

«Creemos que estas sanciones tendrán un impacto significativo», añadió el funcionario a bordo del Air Force One, que trasladaba a Obama de Corea del Sur a Malasia, penúltima parada que una gira que mantendrá al mandatario lejos de Washington hasta el miércoles.

La Casa Blanca espera que cada uno de los socios del G7 dé pasos similares de manera independiente, pero coordinada, con el objetivo de obligar al presidente ruso, Vládimir Putin, a rebajar la escalada de tensión en la frontera con Ucrania, donde Moscú está concentrando tropas de tierra, tanques y aviación.

Rusia sostiene que estos movimientos militares son un parte de ejercicio militares, pero las varias decenas de miles de soldados y el amplio abanico de armamento situado a pocos kilómetros de las regiones orientales ucranianas hace temer a Washington una invasión.

Además, esa presencia militar envalentona a las milicias pro-rusas dentro de Ucrania que se han negado a aceptar la rendición pactada entre Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea y Ucrania en Ginebra la semana pasada.

Las milicias insurgentes pro-rusas han detenido a observadores militares europeos enviados por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) para mediar en el conflicto.

Además, el Pentágono, que ha intensificado su presencia en el Mar Negro y la fronteras orientales de la OTAN, aseguró ayer que Rusia ha violado en varias ocasiones el espacio aéreo de Ucrania.

Rhodes avisó que Estados Unidos se reserva «más severas sanciones por sectores», algo que podría incluir el vital sector energético ruso, en caso de «una escalada mayor por parte de Rusia, como traspasar con tropas la frontera con Ucrania».

No obstante, la Casa Blanca reconoce que ese delicado paso podría tener consecuencias en toda la economía mundial, al tiempo que es consciente que el sector privado en la Unión Europea (UE) no ve con buenos ojos seguir ampliando las sanciones.

Pese a que las congelaciones de activos por el momento se han limitado a una veintena de altos funcionarios cercanos a Putin y a un banco relativamente pequeño, el temor a ampliar esta estrategia está ya afectando a la economía rusa que vio ayer como la agencia de calificación S&P rebajó la calidad de la deuda rusa a BBB, un escalón por debajo de «bono basura».

Por otro lado, empresas estadounidenses Master Card y Visa ya están sufriendo en sus carnes las consecuencias de dar la espalda a la economía rusa, ya que instituciones financieras rusas están abandonando sus servicios por temor a nuevas sanciones.

«Entendemos la inquietud que existe por las consecuencias económicas de un aumento de las sanciones a una economía grande como Rusia», reconoció Rhodes, quien opinó que estas medidas buscan «reforzar el orden internacional» y demostrar que este tipo de «actividades desestabilizadoras» tendrán «costes».

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