Zoológico de Florida cría sapo amenazado de extinción
EFE
Para salvar las poblaciones del sapo puertorriqueño, una especie endémica de Puerto Rico que está «críticamente» amenazada por la destrucción de su hábitat natural y la contaminación, el Zoológico de Tampa, en la costa de Florida (EE.UU.), está criando esta especie para enviarla a la isla.
Miles de renacuajos del sapo concho (Peltophryne lemur), como también es conocido este anfibio, fueron enviados los últimos días «a su tierra natal», informó en su página web el ZooTampa.
Los científicos estiman que quedan menos de 3.000 sapos concho adultos en la isla caribeña, señaló la entidad.
Según el zoológico se trata de la única especie nativa de sapo de Puerto Rico que, hasta 1967, se pensaba que estaba extinta.
ZooTampa es uno de los pocos zoológicos de todo el mundo que participan en el plan de supervivencia de especies de la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos con el objetivo de repoblar esta especie criando y enviando renacuajos de regreso a la isla caribeña.
Los equipos de herpetología y veterinaria del zoológico supervisaron el delicado proceso de reproducción de las parejas de sapos concho: desde un cuidadoso control de la temperatura del hábitat, que simula la temporada lluviosa de la isla, hasta llamadas de apareamiento de sapos.
«Estos renacuajos representan la esperanza para esta especie en peligro crítico», dijo Dan Costell, curador asociado de herpetología y fauna acuática.
Agregó que muchas especies de anfibios, como el sapo concho puertorriqueño, están amenazadas de extinción debido a la pérdida de hábitat, el cambio climático, la contaminación, las enfermedades infecciosas y otros factores.
«Reforzar la población de estos sapos en su medioambiente natural es una verdadera victoria para la conservación y es el centro de nuestra misión en ZooTampa», aseguró.
Además de la destrucción de su hábitat, otra de las causas para la disminución de sus poblaciones es la introducción de especies ajenas como la mangosta, la rata y el sapo común.
El equipo de herpetología de ZooTampa pasó varias horas contando y empacando los renacuajos en cajas para su viaje.
Se usaron bolsas de envío reforzadas y se llenaron de oxígeno para mantener los renacuajos sanos y seguros en su viaje.
El sapo concho puertorriqueño es una parte esencial del ecosistema de la isla pues se alimenta de insectos que son plagas para los seres humanos. EFE