Vomitar sangre: ¿Cuáles son las razones?
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Vomitar sangre causa una gran impresión, pero no siempre es señal de algo grave. Este síntoma, cuyo nombre técnico es hematemesis, se describe como la regurgitación de sangre, a veces mezclada con el contenido que hay en el estómago.
En los casos más graves, vomitar sangre es señal de una hemorragia en el tubo gastrointestinal superior. Este comprende la boca, el esófago, el estómago y el intestino delgado superior. Sin embargo, a veces el síntoma aparece porque se tragó sangre después de una hemorragia nasal o como fruto de una tos violenta, entre otros.
El hecho de vomitar sangre se considera una señal de alarma, en particular, cuando es muy copioso. También, si se acompaña de mareos al ponerse de pie o de dificultades para respirar. En estos casos, se asume como una emergencia hospitalaria.
¿Qué causa la hematemesis?
Hay muchas razones por las que se llega a vomitar sangre. De hecho, hay ocasiones en las que la sangre no proviene del estómago en realidad, sino de los dientes, la garganta o la boca. Asimismo, cuando por alguna razón se traga sangre, lo habitual es que esta se regurgite.
Este síntoma también aparece cuando se tragan objetos extraños, o como fruto de una irritación o un desgarro en el esófago. Esto puede ocurrir tras haber tenido un acceso violento de tos o por vómitos crónicos. Otras posibles causas son las siguientes:
- Una úlcera en el esófago, el estómago o la primera parte del intestino delgado.
- Inflamación del revestimiento del estómago, o gastritis.
- Trastornos de coagulación.
- Pancreatitis.
- Efectos secundarios de la aspirina o de medicamentos antiinflamatorios no esteroides.
- Cirrosis o hepatitis alcohólica.
- Tumores en la boca, garganta, esófago o estómago.
- Cáncer de esófago o de páncreas.
¿Qué otros síntomas pueden aparecer?
Lo habitual es que el vómito de sangre esté acompañado por otros síntomas como náuseas, malestar y dolor abdominal. También es posible que haya vómito simultáneo del contenido del estómago.
A veces aparecen otros síntomas que se consideran indicadores de una emergencia médica. Entre ellos, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos señala los siguientes:
- Mareos.
- Confusión.
- Desmayo.
- Dolor abdominal muy severo.
- Visión borrosa.
- Aumento del ritmo cardiaco.
- Piel fría o húmeda.
- Cambios en la respiración.
- Vomitar sangre después de haber sufrido una lesión.
¿Cómo se diagnostica?
Dado que el vómito de sangre puede aparecer por muchas causas, es posible que el diagnóstico requiera la práctica de varios exámenes. Lo más habitual es que se comience con una exploración física y una entrevista clínica.
Si el médico lo considera pertinente, ordenará una o varias exploraciones por imágenes para observar el estado del tracto digestivo. De este modo, se practican pruebas como:
- Endoscopia.
- Radiografía.
- Utrasonido.
- Resonancia magnética.
- Tomografía computarizada.
También, es común que se lleve a cabo un análisis de sangre, o hemograma completo, ya que esto contribuye a establecer cuánta sangre se ha perdido. Con base en este es posible que se ordenen otras pruebas. En algunos casos, se realiza una biopsia.
Vomitar sangre: ¿qué tratamientos existen?
Si el vómito ha sido muy copioso, es posible que se requiera de una trasfusión de sangre y de la administración de líquido para rehidratar el organismo. Ambos procedimientos se llevan a cabo por vía intravenosa.
Lo más habitual es que el médico recete algunos fármacos para detener el vómito, disminuir el ácido del estómago o tratar una úlcera, si la hay. Si hay sospechas de una afección más grave, lo más probable es que el caso se derive a un especialista.
En los casos más graves, vomitar sangre es señal de que hay una úlcera sangrante, una lesión en el aparato digestivo o una perforación en el estómago o el intestino. Si este fuera el caso, el tratamiento a seguir, por lo general, es una cirugía de urgencia.
Recomendaciones y prevenciones
La mejor manera de evitar un episodio de vómito de sangre es cuidando la salud gastrointestinal. Esto se logra con una dieta adecuada y hábitos saludables. Hay alimentos que incrementan la acidez estomacal y generan mayor riesgo de gastritis y otros problemas.
Dentro de los alimentos que se deben consumir con moderación están los picantes. Asimismo, todo aquello que contenga cafeína, incluso el café descafeinado y el chocolate. Por otra parte, es bueno limitar la ingestión de carnes rojas, grasas animales y productos de harina blanca.
El alcohol es una de las sustancias con mayor potencial para irritar el tracto digestivo. El consumo en exceso y a largo plazo puede provocar daños serios en el estómago y el intestino. El tabaco también es un irritante, así como la aspirina y el ibuprofeno, entre otros.
Cuidar la salud general para prevenir los vómitos con sangre
El estrés es otro de los factores que puede afectar la buena salud digestiva. Lo más conveniente es buscar mecanismos para controlarlo. Uno de los mejores caminos para ello es el ejercicio practicado de forma regular; este protege la salud física y mental.
Es importante aplicar una buena higiene con los alimentos para evitar infectarse con bacterias, virus y parásitos. Es necesario comer despacio, masticar bien los alimentos y mantener la mente en calma. El consumo de probióticos resulta más que aconsejable.
En conclusión, para mantener una buena salud digestiva es imprescindible cuidar la salud general al llevar una dieta equilibrada y sana, realizar ejercicio físico regular y evitar aquellas sustancias que pueden generar daños a largo plazo.
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