Voluntario de Cruz Roja es «brutalmente asesinado» en la República Centroafricana
EFE
Un voluntario de Cruz Roja fue brutalmente asesinado en la República Centroafricana, donde decenas de personas murieron en la última semana por combates entre milicias a pesar del reciente alto al fuego acordado por el Gobierno y grupos político-militares, informó este lunes la organización.
La Cruz Roja Centroafricana (CARCS) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) condenaron «el brutal asesinato» de un voluntario de la organización que tuvo lugar el pasado viernes por la noche en la ciudad de Bangassou, en el sureste del país.
La víctima, de nacionalidad centroafricana, fue asesinada por un grupo armado no identificado mientras estaba de servicio en el recinto de la Cruz Roja, detalló la organización en un comunicado.
«Estamos en un estado de ánimo muy sombrío después de esta muerte. Era un hombre joven y valiente, comprometido y dedicado a su trabajo», declaró el presidente de CARCS, Antoine Mbao-Bogo.
«Recordamos a todas las partes que el papel de la Cruz Roja es ayudar a todas las personas necesitadas, independientemente de su fe o afiliación. Estamos de luto, pero nuestro compromiso es inquebrantable», agregó Mbao-Bogo.
Enfrentamientos de milicias armadas han dejado en las últimas semanas más de 100.000 desplazados provenientes de las ciudades de Bangassou, Bria (centro-este del país) y Alindao (sur), donde la situación de seguridad se ha deteriorado en los últimos meses.
Según datos de la IFRC, más de 500.000 personas se han tenido que desplazar en el país y otras 450.000 se vieron obligadas a huir a países vecinos.
Más de 100 personas murieron la semana pasada en solo 24 horas en combates entre exrebeldes Séléka -de mayoría musulmana- y las milicias anti-Balaka -con predominio de cristianos y animistas-, en la localidad de Bria, que quedó sumida en un estado de caos.
El pasado 19 de junio, el Gobierno firmó con grupos político-militares un acuerdo para «la inmediata aceptación de un alto el fuego en todo el territorio nacional bajo el control de la comunidad internacional».
Los continuos enfrentamientos y los ataques de estos grupos armados -que han tenido como objetivo también a tropas de la ONU- han llevado a la misión de Naciones Unidas en el país (MINUSCA) a reforzar sus posiciones en las zonas afectadas.
En un reciente informe, la ONU identificó 620 casos de graves violaciones de derechos entre 2003 y finales de 2015 en el país que pueden constituir crímenes de guerra y contra la humanidad y fueron cometidas sobre todo por las fuerzas de seguridad y de defensa, por los Séléka y anti-Balaka.
La República Centroafricana vive un complicado proceso de transición desde que, en 2013, los exrebeldes Séléka derrocaran al presidente François Bozizé, desatando una ola de violencia sectaria entre musulmanes y cristianos que causó miles de muertos y ha obligado a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares. EFE