Violencia en Hong Kong deja la primera muerte relacionada con las protestas
EFE
La violencia y los enfrentamientos en Hong Kong han dejado la primera víctima relacionada directamente con las protestas: un trabajador de la limpieza de 70 años, que fue alcanzado en la cabeza por un ladrillo lanzado por manifestantes.
El trabajador de la limpieza, llamado Luo, perteneciente a una empresa subcontratada por el Gobierno local, falleció anoche, según informó hoy en un comunicado el Departamento de Higiene Alimentaria y Ambiental (FEHD, siglas en inglés).
La semana pasada hubo otra muerte, la de un joven que cayó desde un aparcamiento en una zona donde los antidisturbios habían lanzado gases lacrimógenos, pero las circunstancias de ese suceso todavía no se han aclarado.
Luo se encontraba al parecer en su pausa para comer el pasado miércoles al mediodía cuando recibió el impacto en la cabeza de un ladrillo «arrojado maliciosamente contra él», según dijo hoy el superintendente de la Policía hongkonesa, Chan Tin-chu.
El jefe policial afirmó que un grupo de vecinos intentaban limpiar la calle de adoquines y ladrillos cuando cerca de 20 personas enmascaradas y vestidas de negro -el color de los manifestantes en Hong Kong- se enfrentó a ellos.
«Los que iban de negro primero tiraron barras de metal y ladrillos a los vecinos mientras Luo parece que estaba usando su móvil para grabar la escena. Entonces alguien de negro avanzó y le tiró un ladrillo a la cabeza», dijo.
Según Chan, la Policía está tratando el caso como un «crimen» ya que el atacante le dio en la cabeza a Luo con el ladrillo «maliciosa y deliberadamente».
JORNADA SIN ENFRENTAMIENTOS NI DISTURBIOS GRAVES
Hoy continuaron las protestas en la ciudad con el corte de calles a mediodía, aunque los manifestantes dejaron expedita a primera hora una de las principales autopistas de Hong Kong que habían bloqueado desde el pasado lunes.
Cientos de personas se concentraron en diferentes zonas de la ciudad, entre ellos el distrito de Central, en el corazón financiero de Hong Kong, y bloquearon las principales avenidas.
De todas formas la presencia de manifestantes vestidos de negro fue menor que otros días y no se produjeron enfrentamientos con la Policía ni especiales disturbios.
Algunos medios lo atribuyeron a que por las redes sociales circularon mensajes que llamaban a hacer del viernes un día de descanso en las acciones.
Entretanto, los gobiernos de Hong Kong y de China condenaron el ataque que sufrió el jueves en Londres la secretaria hongkonesa de Justicia, Teresa Cheng.
Cheng, que se encontraba en Londres para promover a la excolonia británica como un centro de negocios, fue increpada en la calle por un grupo de individuos que le gritaron «asesina» y «sinvergüenza» y, al parecer, también la empujaron y golpearon.
Un comunicado del Gobierno local dijo que la secretaria había sufrido «grave daño físico», aunque no proporcionó más detalles.
Según una nota de la Embajada china en el Reino Unido, Cheng fue empujada al suelo y sufrió una herida en la mano tras ser atacada «por docenas de activistas anti-China y proindependencia».
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino Geng Shuang condenó «enérgicamente» el ataque y consideró que «refleja que los disturbios anti-China son solo crímenes violentos que deben ser parados y castigados. Si se siguen tolerando, no solo socavan seriamente la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong, sino que dañan al mundo incluido el Reino Unido».
El portavoz dijo además que el ataque tiene un «vínculo directo con los comportamientos de algunos políticos británicos que distorsionan los hechos y alientan los actos violentos».
Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, reiteró hoy desde Brasil -país al que acudió para participar en la XI Cumbre anual del BRICS- que poner punto final a la violencia y restaurar el orden continúan siendo las más urgentes prioridades de Hong Kong.
Xi mostró su total apoyo a la Policía de la ciudad para «hacer cumplir la ley» y a la justicia para «castigar de acuerdo con la ley a los que han cometido violentos crímenes».
El Gobierno de Hong Kong pronosticó hoy que la economía de la ciudad se contraerá este año un 1,3 % debido a las protestas y a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, en lo que sería el primer crecimiento negativo anual en diez años.